sábado, 22 de diciembre de 2007

Un motivo para Creer


Fue un privilegio haber podido leer la Carta Encíclica Spe Salvi durante este Adviento.

Benedicto XVI aborda aquí la esperanza cristiana, luego de haberse dedicado al amor de Dios para con los hombres (Deus Caritas Est) y de escribir una biografía teológica de Jesús; y lo hizo de una manera deliciosa, bien escrita, argumentada y amorosa. Una trilogía perfecta.

El Papa aportó los fundamentos de la fe en la esperanza como elementos íntimamente vinculados, en el momento justo para preparar adecuadamente el corazón frente a la Natividad del Señor.

Pareciera que el Santo Padre se concentró en dar una respuesta de fe a los racionalistas. Desde su posición de teólogo, hace un desarrollo temático incontrastable para los que creen que la fe es una cuestión primitiva y superada. Escribe para los intelectuales de nuestro tiempo.

Si hay un documento de lectura recomendada en nuestros días, creo que es éste. Es breve y vale $9.+

domingo, 2 de diciembre de 2007

Soy granate


"¿En serio sos de Lanús?"
Esta pregunta me ha perseguido muchos años y, de acuerdo al lugar en donde esté, respondo una cosa u otra. Se vé que la gente no me identifica visiblemente con la honorable ciudad del Cercano Sur. Algo de razón tienen, ya que la primera vez que pisé ese noble territorio fue para ver Racing v. Lanús, varios años después de haberme convertido en simpatizante, acompañado por los reconocidos académicos Horacio Rodríguez Larreta y Miguel Canale, entre otros.
Son muchos los motivos que me volcaron por la adscripción a la Fuerza Grana. Pero hoy, aquí, en este mi blog, les contaré todo.
En tiempos inemoriables, era de Boca; de esa época sólo recuerdo el momento en que dejé de serlo. Mi hermano mayor, Emilio, me hizo de River al costo de una camiseta. En realidad, mi adhesión al Gallinero no fue el atractivo de adueñarme de una casaca sino el terror que me provocaba la idea de negarme al traspaso. Mi hermano era temible, y ciertos secreteos con su amigo Pablo Villanueva mientras se producía la ceremonia de iniciación hicieron aconsejable no resistir.
Debo reconocer que Boca no me generaba fanatismo, y que no me costó nada abandonarlo. River tampoco había logrado mi simpatía. Sin embargo, este alma apasionada sufría las discusiones y las parcialidades muy profundamente. Siempre juzgué absurdo esto de enojarse por un tema tan superficial y lejano de nuestro control, como es el éxito o fracaso del equipo de uno. Aún así, mi corazón vivía aprisionado por la necesaria defensa de un cuadro que ni siquiera me era muy afín. Los resultados (0-0, 1-0, 1-2) que la Banda Roja había logrado en los últimos partidos me sabían a mediocridad; el Monumental, a exageración; los apodos "millonario" a presuntuoso, y el de "gallinas" a flojera.
Un año, cuando mi personalidad empezaba a tener algunas definiciones identitarias, tomé una nueva decisión. Era obvio que no podía -ni realmente quería- pasarme a otro cuadro grande sin dar excesivas explicaciones acerca de mis motivaciones al respecto. Busqué un club chico y querible, débil y necesitado de protección. Busqué al fondo de la tabla. Solamente me acuerdo de Lanús y Platense que peleaban por el descenso. Disputaban partidos de matar o morir. Platense era más parejo que Lanús, que ganaba o perdía por cifras abultadas contra poderosos o pordioseros sin distinción.
Me volqué por el Granate porque, además, contaba con el aval de un tío muy querido mío, Juan José Madero. El se había cambiado de Boca cuando los bosteros hicieron las primeras operaciones de venta de jugadores y se desprendieron de sus joyas más preciadas; claro que aquél Lanús era el de los abañiles, que construyeron paredes con el balón e hicieron temblar los muros de los estadios.
Yo también me hice granate. Pero los pibes del Sur vendían cada jugador bueno que salía de sus inferiores y no podían sostenerse en primera. Pelearon algunos años, hasta que el Calamar pisó los dedos que nos sostenían de la Primera División A. El primer año que estuvo en la B cayó hasta la C y, en seguida, se reposicionó en la B, Nacional o Metropolitana, según la época.
Seguí sus campañas comprando La Razón los sábados a la tarde para enterarme del resultado.
Así y todo, Lanús en fútbol y Champagnat en Rugby me templaron el ánimo y me hicieron abandonar esas pasiones superficiales. Un día me dí cuenta de que ya no miraba la sección Deportes. Las inquietudes de mi hijo Hernanjo me hicieron volver a seguir estas lúdicas competencias.
Hoy tendré el privilegio de acompañarlo a este joven hincha de River a la Bombonera para ver si el equipo de su padre -obviamente, hice todo para que él no siga mis pasos- puede dar la vuelta olímpica.
La magnífica gestión de la dirigencia del Club, el ejemplar comportamiento de su técnico, la actitud deportiva de sus jugadores y lo inocente de su hinchada, son los motivos por los que cada vez me gusta más ser Granate.
Un campeonato para este cuadro al que no se le conocen arreglos con el poder futbolístico sería algo realmente bueno para el país.-

sábado, 24 de noviembre de 2007

La vuelta de Mambrú

Para Miguel Angel
De Mario Benedetti
"Por entonces regresará Mambrú",
del poeta español Gerardo Diego

Cuando Mambrú se fue a la guerra, llevaba una almohadilla y un tirabuzón. La almohadilla para descansar después de las batallas y el tirabuzón para descorchar las efímeras victorias.
También llevaba un paraguas contra venablos, aguaceros y palabrotas; un anillo de oro para la suerte y contra los orzuelos y un llavero con la llave de su más íntimo desván.
Como a menudo le resultaba insoportable la ausencia de la señora de Mambrú, llevaba un ejemplar del “Cantar de los Cantares”, a fin de sobrellevar los veranillos de San Juan, un abanico persa y otro griego.
Llevaba una receta de sangría para sobornar al cándido enemigo y para el caso de que este no fuera sobornable llevaba un arcabuz y un verduguillo.
Asimismo unas botas de potro que rara vez usaba, ya que siempre le había gustado caminar descalzo y un calidoscopio artesanal, debido probablemente a que Marei, Edison y Lumiere no habían nacido para inventar el cine.
Llevaba por último, un escudo de arpillera porque los de hierro pesaban mucho y dos o tres principios fundamentales mezclados con la caspa bajo el morrión.
Nunca se supo cómo le fue a Mambrú en la guerra, ni cuántas semanas o siglos se demoró en ellas, Lo cierto es que no volvió para la Pascua ni para Navidad. Por el contrario, transcurrieron centenares de Pascuas y Navidades sin que volviera o enviara noticias. Ya nadie se acordaba de él ni de su perra. Nadie cantaba ya la canción que en su tiempo era un hit.
Y sin embargo, fue en medio de esa amnesia que regresó en un vuelo regular de Iberia, exactamente el miércoles pasado. Tan rozagante que nadie osó atribuirle más de un siglo y medio. Tan lozano que parecía el chozno de Mambrú.
Por supuesto ante retorno tan insólito hubo una conferencia de prensa en el abarrotado salón Vip. Todos querían conocer las novedades que traía Mambrú después de tanta guerra. Cuántas heridas, Cuántos grilletes. Cuántos casus belis. Cuántos pillajes y zafarranchos de combate. Cuánto orgullo, cuántas lecciones. Cuántos laureles, cuántas medallas y cruces de chafalonía.
Ante el asedio de micrófonos que diecinueve hombres de prensa blandían como cachiporras, Mambrú, oprimido pero afable sólo alcanzó a decir: - Señores no sé de qué me están hablando. Traje una brisa con arpegios, una paciencia que es un río, una memoria de cristal. Un ruiseñor, dos ruiseñoras, traje una flecha de arco iris y un túnel pródigo de ecos. Tres rayos tímidos y una sonata para grillo y piano. Un lorito tartamudo y una canilla que no tose. Traje un teléfono de ensueño y un aparejo para náufragos. Traje éste traje y otro más. Y un faro que baja los párpados, traje un limón contra la muerte y muchas ganas de vivir.
Fue entonces que nació la calma y hubo un silencio transparente. Un necio adujo que las pilas se hallaban húmedas de llanto y que por eso los micrófonos estaban sordos y perplejos.
Poquito a poco aquel asedio se fue estrechando en un abrazo y Mambrú viejo y joven y único sintió por fin que estaba en casa.



De la Sala de Lectura de http://www.7calderosmagicos.com.ar./

domingo, 18 de noviembre de 2007

La Modorra

Hoy a la tarde nos visitó la Modorra, gracias a Dios.
Entró por el Zaguán del Negro y se cuidó bien de no llegar hasta la Santa Marta, taller del trabajo doméstico.
Se detuvo en el living, y me masajeó hasta adormecerme en mi sillón hamaca. Me recitó poemas de Pablo Neruda (¡musicalisados!) y me contó historias de narradores.
Le dije que mi idea era sentarme a escribir un poco, que tengo tantos proyectos enredados en mi agitada vida-diaria-para-amar-y-servir-a-Dios-y-al-prójimo.
Sentada en el sillón de tres plazas, ataviada de un corto vestido de flores, me señaló a María, que estaba en la terraza enseñando algúna materia a Hernanjo; cabeceó hacia mi espalda para mostrarne a Cande y a Ro practicando los artículos, en el comedor, y se palpó el lóbulo de la oreja para que repare en la música que venía del cuarto de Marin.
Blandí mis preocupaciones, mis inquietudes. Le expliqué que el mundo no podía seguir sin escuchar mi manifiesto.
Ella se sonrió y puso más fuerte la música de Calycanto que, adueñados de la voz de los versos del poeta chileno, cantaban a su casa de Valparaíso, la Sebastiana.
Dispuesto a resistirme, me agarré de un recorte de Página. Allí habría señales inspiradoras de mi pregón.
Disimuladamente, me hizo oler el fruto pisado y fermentado de la uva hasta hacerme enloquecer. Bebí, sí; bebí dos vasos. El reciente almuerzo, una cerveza de aperitivo y el cansancio de la semana, cómplices de ella, hicieron el resto.
Cuando me desperté ya era tarde. No podría escribir más que estas pocas y superficiales líneas.
Esta enviada no hizo otra cosa que hacerme honrar el domingo, día del Señor.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Un motivo para haber amado



Aclaro que esta letra tiene una teología distinta que la mía. Sin embargo, esta canción tiene una poesía que puede transmitir cosas maravillosas.
Tiene una actitud muy sana frente a la muerte como final de la vida, aunque confusa respecto de lo que sucede después, ya que habla de "un tiempo de soledad, olvido y nada" pero al mismo tiempo confía en un renacimiento.
Me gusta pensar que, a pesar de todo, tiene una concepción afín respecto del amor, en algunos tramos. Coincido con él en el planteo de vivir intensamente.
Regodearse en las imágenes de algo que él no decodifica, muestra un espíritu lúdico y libre. También hay dos versos de clara rebeldía al comenzar la cuarta estrofa. Es un producto típico de su tiempo.
Es un texto un tanto extraño para el folklore.


Tiempo de Partir
Letra: Albérico Mansilla
Música: Eduardo Falú

Qué me puede importar, después de todo,
el trance de partir, si yo he logrado
llenar cada minuto transcurrido
con un claro vivir enamorado;
si la vida no fue, en definitiva,
sólo un motivo para haber amado.

Qué me puede importar el corto tiempo
que resta por vivir, si la jornada
tiene un punto final ya establecido
y la vida es la muerte demorada;
si hay un tiempo de amar, que ya he vivido,
y otro de soledad, olvido y nada...

(Estribillo)
Tras los cerros, de a poco,
como en lenta agonía,
dibujando ceibales
muere, lejano, el día...
Renacerá la luz, y nuevamente
cobrará su perfil la serranía.

Un tiempo de partir va señalando
la urgencia de vivir como yo quiera:
el rigor del invierno justifica
el ansia de gozar la primavera;
si no puedo encontrar la buena senda
prefiero equivocarme a mi manera...

Quiero quedarme, aún, cuando me vaya,
en la memoria de quienes me han querido,
en los versos triviales que repita
con su cantar algún desconocido;
o regresar en el perfil de un hijo
como ese amanecer que ha renacido...

sábado, 15 de septiembre de 2007

Convocación + Unión PRO x San Isidro


Hernán Maurette (foto) nos hace llegar este texto:
A mediados del 2001, un grupo de vecinos de San Isidro preocupados por el vacío político y la falta de alternativas para el Gobierno Municipal -que desde que recuerdo está en manos de los Posse- nos reunimos para fundar Convocación Ciudadana.
San Isidro es un distrito riquísimo en recursos humanos y económicos; cuenta con el tercer presupuesto municipal del Conurbano (209 millones de pesos). Esto lo distingue, a pesar de la administración Posse. Un eje divisorio trazado por la Panamericana deja de manifiesto que esta gestión gubernamental no es pareja: Boulogne y Villa Adelina, con servicios e infraestructura muy inferior a la del Este, así lo demuestran.
San Isidro debe multiplicar los talentos que recibió. No puede contentarse con mantener todo como está. Hay inseguridad, deficiencias ambientales, exclusión social, falta de transparencia administrativa y un cúmulo de problemas geográficamente identificables que requieren proactividad. Hay un crecimiento caótico que necesita un ordenamiento.
En Convocación + Unión PRO sabemos cómo hacer surgir de nosotros el cambio necesario para que San Isidro sea Bien de Familia. Un lugar desde donde surja una realidad que irradie valores y un proyecto comunitario hacia el resto de la Provincia, hacia la Argentina y hacia el Subcontinente, como cuando San Martín y Pueyrredon planearon la Emancipación Sudamericana a la sombra de nuestro Ombú, mirando al Río de la Plata.
Contamos con los equipos técnicos como para poder lograrlo.
Aquel 14 de octubre de 2001 tuve el privilegio de encabezar la lista de candidatos a concejales, y fuimos la revelación política local, representando al cinco por ciento de los votos.
En 2003 nos aliamos a un partido nacional -Recrear- y llevamos a un candidato independiente, Juan Loitegui del Grupo Labrador, de candidato a intendente. Obtuvimos el 16 por ciento.
Hoy Juan Loitegui es el presidente de Compromiso Para el Cambio (CPC) en el orden local que se alió a los justicialistas de Unión Popular, que conduce Francisco de Narvaez, constituyendo Unión PRO. Ambos acordamos duplicar las listas para que los votos que vayan para De Narvaez en el orden provincial y municipal se sumen con los que obtengamos desde Convocación para la elección local.
Puede ser que el poderoso apoyo de los Kirchner favorezca esta vez a Gustavo Posse. Si no es ahora será en el 2011. Sólo es cuestión de tiempo.-

sábado, 18 de agosto de 2007

Soldados

"Soy un soldado y voy a morir con las botas puestas".
Esta frase, de carácter épico, podría haber sido expresada por un sinnúmero de personajes.
Uno se imagina esta frase para el último bastión de japoneses resistiendo el embate norteamericano, hacia fines de la segunda guerra mundial; o, sin ir más lejos, proferida por los defensores de Puerto Argentino, en ese helado 1982.
De alguna manera San Tarsicio, ese jovencito que murió protegiendo el viático sagrado, perfectamednte pudo haberla proclamado. Ese infante dio su vida por evitar el sacrilegio.
La noche en que cantó por primera vez en público "Los Dinosaurios", a Charly García le hubiese cabido esa expresión tan llena de violencia para imponer el humanismo desde el arte. A Antonio Gramsci se le podría haber escapado esa oración, en sus Cuadernos de la Cárcel.
Pero no fue así. El mentor de tal máxima habría sido el venezolano Guido Alejandro Antonini Wilsdon, en su diálogo con los agentes del control aduanero, en el Aeroparque Metropolitano, hace unos pocos días.
No sé de qué se sorprenden. Guillermo Moreno también afirma a menudo ser un soldado. La última vez que lo dijo fue en la Casa Rosada cuando le preguntaron si estaba peleado con su superior, el ministro de Economía Miguel Peirano. "Soy un soldado", manifestó, para dar a entender que cumplía órdenes.-

domingo, 5 de agosto de 2007

Los motivos de este escriba

Escribo para dar forma a un concepto, redondear una idea.
Publico, en última instancia, porque aspiro a un intercambio que permita el proceso de intelección.
La estética procura conducir el proceso; la belleza pretende seducir, invitar a algo. Por otra parte, hay giros que buscan expulsar, despedir, rechazar.
Este blog es para mí una fantasiosa expresión de ese deseo; el espacio para los comentarios serían ermitas vacías, si no fuera por el aporte de Marcos y de Cris.
Pensar sin escribir deja inconcluso el tratamiento intelectual.
Este sitio, producto de la voluntad, irá reflejando la dispersión que reina en mi mente y las inquietudes que dominan a mi espíritu.
El esfuerzo que demanda y la honestidad debida son el ofertorio para la Gloria de Dios.+

sábado, 21 de julio de 2007

Rebaño de Cangallo















Cangallo, caserío del partido de Ayacucho, provincia de Buenos Aires, es una ventana al Paraíso. Sino el Paraíso mismo.
Allí está el rebaño mirando a su pastor, que les indica el camino. Si, muchachos, acá en donde estamos. No hay que ir más lejos. El rebaño acata, silenciosamente. Pueden ver algunas miradas atentas. Peor confían en su guía. Dan la espalda al comfort y a la diversión. Miran hacia la llanura.+

miércoles, 18 de julio de 2007

Flores de León

Fuí injusto con León. En Teología Rockera lo fustigué por su ligereza; lo califiqué de "new age". No sin motivo. Pero esta canción es una maravilla. Como el "Dar es dar" de Fito Paez. Tiene mucho contenido. Es una canción de culto. Musicalmente... y como poema.
"Todos los días un poco" tiene mucho que ver con este sitio. El estribillo es la clave. El clamor amoroso de León, apelando a figuras poéticas tan lindas, es una oda.



Todos los días un poco
(León Gieco)

Si una estrella más cayó,
este cielo llora.
Si nadie reclama luna y luz,
este mar ya se secó.

Si un beso es uno más,
esta boca espera.
Si una campana no suena,
el silencio se durmió.

Llaman y llaman
las flores al sol;
juegan, sin saberlo,
todos los días al amor.
Si no me llamás
como hace la flor,
te iré olvidando
todos los días un poco.

Si otro árbol desnudó,
el verano muere.
Si nadie le exige al viento,
esta nube aquí paró.

Si un año más pasó,
la vida es más corta.
Si no sacudes al tiempo
ni un intento queda en vos.

Llaman y llaman
las flores al sol;
juegan y juegan
todos los días al amor.
Si no me llamas
como hace la flor,
me iré muriendo
todos los días un poco.

lunes, 9 de julio de 2007

Era de noche cuando salió

Las despedidas de Jesús, que se registran en el Evangelio de Juan entre la Ultima Cena y el apresamiento en el Huerto, no tienen desperdicio. Sin embargo, atraído por la Gloria de Dios busqué esa palabra en los capítulos 14 al 17 de ese Evangelio.
Encontré seis citas, perfectamente concatenadas como un mensaje para nosotros, en estos días. Son un gran alivio para oir de su boca, en un momento de angustia y agonía.
Judas comía con su maestro y amigo en la Pascua. Judas, ingenuamente, aprovechó la orden de que "haz lo que tienes que hacer" para partir en busca de los Sumos Sacerdotes. Habían compartido lo que aquí y ahora sería un asado importante. El se fue antes que el resto. Iba a entregarlo.
"En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió dice Jesús: Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, lo glorificará en sí mismo, y lo glorificará pronto." (Jn 14, 30-32)
"Y todo lo que pidas en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré." (Jn 14, 13-14)
"Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para tu Hijo te glorifique a tí. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a tí, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que tú me encomendastes realizar. Ahora Padre, glorificame tú, junto a tí, con la gloria que tenía a tu lado, antes de que el mundo fuese." (Jn 17, 1-5)
"Por ellos te ruego; no te ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos" (Jn 17, 9-10)
"Yo les he dado la gloria que tú me distes, para que sean uno como nosotros somos uno" (Jn 17, 22)
"Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo para que contemplen mi gloria, la que me has dado porque me has amado antes de la creación del mundo." (Jn 17,24)

domingo, 8 de julio de 2007

El Laberinto del fauno

El recuerdo odioso de ciertos hechos del pasado reciente no es patrimonio argentino, exclusivamente. La producción española que lleva este título se regodea en un episodio violento de los últimos días de la Guerra Civil en ese país o, más bien, de los primeros días del franquismo, cuando aún quedaba algo de resistencia en sectores rurales.
El régimen está personalizado en un capitán de mediana edad, que comanda una unidad de avanzada. Impecablemente peinado, prolijísimo, bien aseado; como si todo eso estuviera mal, ya que su rostro, siempre enjuto, no nos dedicó ni una sola sonrisa.
Sus compañías de ocasión, obviamente, son curas, otros militares y señoras bien vestidas.
Su núcleo íntimo está compuesto principalmente por una ama de llaves y un médico. Ambos muy buena gente, comprometidos con los que sufren y sensiblemente amables. No podían ser otra cosa que republicanos infiltrados, que lo traicionarán.
Su mujer está totalmente sometida. Da la impresión de que ella, que es viuda y tiene una hija de un primer matrimonio, tuvo con él una relación incestuosa que terminó en la eliminación del competidor más débil, a la sazón sastre del ejército. El la maltrata duramente. Solamente quiere un hijo de ella. El papel de esta madre es denigrante, y el de la institución matrimonial es peor.
El ama de llaves en cambio parece tener más vocación maternal con la hija de ésta, a pesar de no tener descendencia aún. Muestra una dedicación para con la protagonista que nos conmueve. La niña vive una fantasía que la ayuda a pasar sus días, pero al mismo tiempo la condena al heroísmo.
Sin embargo, es curioso que esta película contenga valores trascendentes, ya que según entiendo los republicanos carecían de ellos. La pequeña tiene la permanente asistencia de un fauno, unas hadas y una mandrágora, que bien pueden cumplir roles de ángeles, arcángeles, serafines y querubines.
Estos "seres mágicos" actúan en nombre de un Rey, que es el padre en última instancia de la chica. Si, algo así como la primer persona de la Trinidad.
Este monarca, cuyo Reino está asociado de alguna forma a este mundo, es quien la recibe en su morada eterna al morir. Así es, el cielo de los agnósticos.
Es llamativo lo que le cuesta a algunos no creer en Dios.-

sábado, 30 de junio de 2007

El Cantante

No pocas veces podemos ver a ciertas celebridades denunciar el rol que les toca desempenar en público. Suelen acusar al personaje que encarnan por ejecutar roles que no reconocen como propios.
En Borges y yo, el gran escritor de Buenos Aires afirma que "al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas". Nuestra más famosa gloria literaria, luego de señalar al renombrado académico y escritor que es ese otro yo, confiesa que "me reconozco menos en sus libros que en muchos otros".
En su canción homónima, Andrés Calamaro también se esmera por desmitificarse a sí mismo. Asegura que "cuando el show se acaba, soy otro humano cualquiera (...) con momentos malos y con cosas buenas". Pero que se siente obligado a forzar un papel porque "vinieron a divertirse y pagaron en la puerta; no hay tiempo para tristezas, vamos cantante comienza".
El artista demodé que ameniza bailes protagonizado por Gerard Depardieu en la película del mismo nombre, que dirige Xavier Giannoli, es otra cosa. Tampoco es el rancio gringo ochentoso de Hugh Grandt en Letra y Música. Alain Moreau, el fatídico cantante francés en bajada, no niega el personaje que es. Al contrario.
Esta película es un himno a la vida de un artista que, más allá del éxito o fracaso de mercado, quiere hacer amar. Quiere agradar. El Cantante es una oda al deleite de los apareos de solos y solas, que pueden observarse desde un escenario; un poema a la alegría de vivir.
Moreau es un hombre que vive y ama intensamente, y que no se entrega al canto de las sirenas.+

domingo, 10 de junio de 2007

Teología rockera

Las letras del rock nacional tienen muchas veces algún contenido religioso.
Es notable observar cómo ha variado su concepto a lo largo de los años. Pareciera ser que, en su primera etapa, promediando los años setenta, había un concepto muy cristiano; en los ochenta derivó en una deificación de la naturaleza, muy new age, y en los noventa, en algo muy relativista y hasta panteísta.
Veamos algunos ejemplos. De la primera etapa: Vox Dei, con La Biblia; Porchetto, con su ópera Cristo Rock, principalmente.
Las excepciones: Charly García, que critica muy duramente a Dios. Dice de él que “es empleado en un mostrador: da para recibir” y, en otro momento, hace un recorrido etáreo hasta que llega un momento en que se pregunta “quién me lo robó”. Luis Alberto Spinetta, que hace que el Capitán Beto se pregunte "dónde está ese lugar al que todos llaman cielo".
Por su parte, Miguel Cantilo tiene muchas referencias a lo espiritual, con menciones explícitas a Dios y referencias terminológicas y conceptuales de carácter religioso, como el peregrinar.
En un segundo momento, hay un viraje hacia una idea inmanentista de que Dios está en la naturaleza, y aparecen los ángeles; las letras mencionan poéticamente a Dios, como si se tratara de algo mágico, y no de una persona viva y presente en nuestras vidas como sí lo hacían en los 70. Las referencias religiosas fueron más poéticas. Siempre hay excepciones: Alejandro De Michelle, con Pastoral, continuó en un rumbo signado por la Buena Nueva.
En la actualidad, el ejemplo más destacado de panteísmo es la canción “Master of the Universe”, de Los Tipitos. Allí Sergio Makaroff, su compositor, dice que Dios es todo y es la nada, que es “el más piadoso y el más perverso/ porque soy El Amo Del Universo/ puedo hacer el bien y hacer el mal/ puedo convertirte en estatua de sal/ soy moro, cristiano, judío converso/ ateo, budista, El Rey Del Universo”.

León Gieco
Veamos, artista por artista, si esto que decíamos antes se plasma en la realidad.
Si uno transita por la discografía de Gieco, descubre que nunca tuvo un riguroso concepto religioso en sus canciones, por más que abunde en términos ligados a la vida religiosa. Parece sumido en un pensamiento cultural, sobre el que no hace una reflexión crítica fuera de algunas ironías.
Este artista empieza con muchas referencias a la naturaleza, al punto de situar al Paraíso en “El País de la Libertad”, allí “donde se detiene el viento/ donde haya paz o no exista el tiempo/ donde el sol seca las lágrimas / de las nubes en las mañanas”.
En otra canción agrega: “cuando me muera quiero/ alguna amplia sonrisa/ y un esparcir sutil de mis cenizas/ libres por fin al viento”. Tiene ideas de reencarnación: “cuando me muera quiero/ poder nacer en alguien/ en un pastizal o bajo algún cerezo/ decídase el eterno caminante”.
Luego, se da en él un fuerte tinte social y de lucha entre clases. Es muy claro en “La Navidad de Luis”. Tiene el tono de protesta del folklore que le fue contemporáneo.
Su más renombrado tema, “Sólo le pido a Dios”, está lejísimos de ser el Sermón de la Montaña.
En los últimos años, sus letras se poblaron de desafíos a la institución eclesiástica, muy presentes en “Santa Tejerina” y en “Cinco Siglos Igual”.

Charly García
Este burgués de clase media empieza reconociendo su educación católica y su posterior rebeldía. Esto es patente en las letras de Sui Generis.
Charly tiene una intensa búsqueda espiritual a lo largo de toda su discografía, con claras expresiones al respecto. Tal vez la más explícita es “Buscando un símbolo de paz”.
En El fantasma de Canterville todavía tiene un concepto de eternidad, porque si no para qué diría que “en mi tumba tengo discos/ y cosas que no me hacen mal/ después de muerto nena/ tu me vendrás a visitar”.
Pero suele banalizar lo sagrado y ridiculizarlo, como en “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)”, en “Pubis Angelical” o en la reivindicación de Judas que hace en “30 Denarios”, muy a tono con Jesucristo Superstar.
En Charly hay referencias al new age, pero menos que en otros autores. De la misma forma, hay menos términos inocentes. Sus letras, por más que sean sacrílegas, parecen meditadas y medidas.+

sábado, 9 de junio de 2007

El objetivo papal de la visita al Brasil

El Santo Padre apuntó a Brasil de cara al Celam. A Benedicto XVI no hay más que seguirlo y leerlo, como sugirió el padre Guillermo Marco hace unos pocos días en La Nación, para darse cuenta lo que pretende.

En su visita, el Sumo Pontífice nombró a la patrona de América, Nuestra Señora de Guadalupe, una sola vez mientras que son numerosas las veces que recordó a la patrona del Brasil, Nuestra Señora de la Concepción Aparecida. Gran parte de sus alocuciones se realizaron en portugués. Concretamente, nunca nombró a otro episcopado en particular que no sea el lusitano, excepto las dos veces en las que se refirió al "latinoamericano y del Caribe" y, concretamente, se dirigió a los obispos brasileros, antes de hacerlo con el resto de los participantes del Celam; y se los hizo saber.

Las amables referencias a sus colegas brasileros no hicieron otra cosa que endulzar tajantes definiciones en materia de pueblos originarios, ideologías y políticas materialistas y contrarias al matrimonio, la familia y la vida. Atacó a los narcotraficantes y bregó para que los jóvenes defiendan el medio ambiente, con expresa mención al Amazonas, y criticó a los gobiernos autoritarios.

Obviamente, no pudo menos que ratificar la opción preferencial por los pobres como mandato pastoral de la Iglesia en este continente. Pero limitó la acción de los obispos a la búsqueda de soluciones nuevas y llenas del espíritu cristiano, que tengan como centro a la dignidad humana, y los llamó a formar a los laicos para que se ocupen de la política. Pidió que los laicos estén presentes en la formación de consensos y en la oposición a la injusticia. Recomendó la lectura de los compendios del Catecismo y de la Doctrina Social de la Iglesia, recientemente editados.

Durante la conferencia de prensa concedida en el vuelo transocéanico de ida, la TV brasilera lo consultó acerca de las prioridades internacionales, a lo que el Papa respondió con una distinción entre aquellos problemas que son dominantes -Oriente Medio, Tierra Santa e Irak, y los sufrimientos de Africa- de los de Latinoamérica: "No es que me preocupen menos los problemas de América latina", asegura; "es el más grande continente católico y por lo tanto también la más grande responsabilidad para un Papa". Aseguró que desea que sea "un continente de vida y realmente de esperanza". Es bueno detenerse en aquello de "realmente".

En este contexto es bueno recordar que unas semanas antes de viajar a San Pablo, el Vaticano amonestó al teólogo jesuita Jon Sobrino, que practica la docencia en Centroamérica.

Con estos antecedentes, uno podría asegurar que la visita papal tuvo como única finalidad la demarcación del terreno de la discusión teológica en la región.-