martes, 30 de agosto de 2011

Juntos a la par



Para nuestra serie de notas sobre Teología Rockera es increíble encontrar una letra como ésta de un artista como Pappo, que tiene pocos elementos para ingresar en esta zaga.
Las canciones de Pappo no suelen tener una elevación espiritual que permita identificar una teología determinada.
Pero esta letra remite a una particularidad interesante: Norberto Napolitano, tal su verdadero nombre, murió en un accidente vial en la ruta 5, a la altura de Jauregui, Luján.
La Nación dijo que la madrugada del 25 de febrero, a pocos días de cumplir 55 años, "iba en su Harley Davidson y su hijo circulaba en otra moto, junto a un amigo. En la ruta 5, a la altura del kilómetro 71, por circunstancias que se desconocen, se tocaron ambas motos entre sí y Pappo cayó al asfalto. En ese momento fue atropellado por un Renault Clio".
Iban juntos a la par. De noche. Una mañana que nunca llegó. Un corazón ofrendado.
La canción, enigmática, puede leerse de varias maneras. A mí me gusta escucharla como una despedida, en total sintonía con el Creador. 
Como un pacto, pero con Dios.+


Juntos a la par
Intérprete: Pappo
Autor: Pappo
58
Le he pedido tanto a Dios,
que al final oyó mi voz,
por la noche a más tardar,
yendo juntos a la par...

Cartas de amor en el hall,
se secan con el sol,
lejos de la gran ciudad ella es mi felicidad,
nada como ir juntos a la par.

Nada como ir juntos a la par,
y caminos desandar,
el honor no lo perdí, ese héroe que hay en mí,
nada como ir juntos a la par.

Se su nombre, se su edad,
y sus gustos en la intimidad,
cuando un corazón se entrega y el mañana nunca llega,
que más puedo hacer.

Nada como ir juntos a la par,
y caminos desandar,
el honor no lo perdí, ese héroe que hay en mí,
nada como ir juntos a la par.

viernes, 12 de agosto de 2011

Rebelde



Claro que podemos considerar rebelde esta novicia que ama a Dios, que reza permanentemente y que es un canto a la felicidad.
Una mujer que muy bien aconsejada por la Madre Superiora -que parece guionada por Benedicto XVI- opta por la vida matrimonial; sus hermanas le hacen ver que ella no tiene vocación religiosa... y se casa, ¡por Iglesia y todo!
Una obra de teatro llena de sorpresas para el mundo contemporáneo y que huye de los lugares comunes. Es cierto que hay monjas odiosas, pero hay otras celestiales; la Madre Superiora, entre otras. En un momento aparecen los nazis y, contra todos las muletillas culturales en vigor, ella y su flamante marido... ¡están en contra! Por amor a su tierra y por no querer acomodarse al poder de turno, escapan por la montaña.
Podría seguir mencionando delicias doctrinarias de este musical, pero lo mejor de esta obra es que está muy bien hecha: la escenografía, las actuaciones, la iluminación, el guión, la música. ¡Y el lugar! El Teatro Opera Citi se luce en todos sus rincones. Ahora que se discute el proyecto de la Confitería Richmond Nike, el Opera Citi es un modelo a copiar.
Si esto es rebeldía, nos hacemos novicios.+

sábado, 6 de agosto de 2011

Perder el Tiempo

Vista rural de Ayacucho, en días aciagos para su ciudad cabecera.

Perder un tren no es grave.
Lamentable sería no tener ocho minutos más de lectura.

Perder el subte no es grave.
Pueden ayudar a redondear un asunto.

Tener que caminar no es grave.
Es obligarse a mover el cuerpo.

Hacer cola no es grave.
Sirve para observar y pensar.

Un pesado que nos habla no es grave.
Tal vez nos refleje un defecto.

Un inconveniente no es algo grave.
Puede habernos salvado de algo peor.

Desvelarse no es grave.
es una ocasión para rezar.

Perder el tiempo no es grave.
Desaprovechar estas oportunidades puede serlo.+