Teología Rockera

Siguiendo con la celebración de aniversarios, que siempre sirven para hacer balance con perspectiva, el 9 de junio de 2017 se cumplieron diez años del primer posteo en este blog, que fue el primero de todos los que tengo y que edita HechoyDerecho.
La segunda entrada fue al día siguiente, el domingo 10 de junio de 2007, y se llamó "Teología Rockera"; es decir, la concepción que subyace en las letras del cancionero del rock respecto de la vida humana y de Dios. A partir de ahí seguí esta línea de análisis, lo que me permitió reflexionar y meditar con los artistas de mi tiempo. Desde mi adolescencia escucho mucho rock nacional y puedo cantar miles de letras de memoria, lo que me facilitó el trabajo.
Hoy, en lugar de abordar a los artistas, voy a tratar algunas canciones que ilustran el sinsentido de una engañosa vida presuntamente vivida en libertad y plenamente.

De Nada Sirve, de Moris, fue un himno en su tiempo. Reflejó el vacío de algunas vidas jóvenes de su tiempo. "De nada sirve escaparse de uno mismo", repite y detalla las muchas maneras que el hombre tiene para evadirse de los problemas reales. Lamentablemente, en aquellos célebres y magníficos Treinta Minutos de Vida Moris no alcanza a ofrecer en ningún momento algún verso que invite a la trascendencia, que no sea una furibunda crítica a la rutina ordinaria e inconducente del muchacho del taller y la oficina, a la mentira, a la hipocresía del carnicero Pato, pero también le canta a su madre y a su querido amigo Pipo Lernoud, aunque no aporta mucho más que la buena poesía de una tarde de sol.


Está saliendo el sol, de Intoxicados. Nombre y banda parecen un oxímoron. Pero tienen su espacio aquí por la parodia que hace del Padrenuestro para cantarle a "el sol, que es sin duda mi Dios". Pity Alvarez no tiene letras que ameriten un análisis teológico. Pero esta canción, además de linda, es elocuente en muchos aspectos de la vida de un muchacho que vivió de manera muy agitada.

Reyes de la noche, de Guasones, es una mezcla de los dos anteriores. El narrador afirma haber sido "la mentira, lo peor, los soldados a la madrugada por esa ambición (...) Fuimos reyes de la noche, de esta tempestad; si te mentí, si te robé, te traicioné fue por uno más" hasta que se presenta la libertad y ahora que puede evitar volver a ser el mismo de antes canta: "qué tristeza que hay en la ciudad, amor; sábados soleados. En el medio de la estatua del dolor me sentí parado". "Fuimos perros de la noche, oxidados de tristeza". En el video oficial, cuando dice que ahora está en libertad, abre la ventana y se presenta, inmensa, la Catedral de La Plata, mientras adentro de la casa castigan a un monje.


No se llama amor, de Turf. Lo más notable de este tema es el estribillo: "para saber lo que es amar hay que perder la libertad y para mi eso no se llama amor", que evidencia una incomprensión total y absoluta del amor, que es una entrega tan libre como desinteresada y total. ¿De qué amor habla Turf? ¿de una pasión enceguecedora? Si es así, tiene razón. Pero no parece sensato jugar de esa manera con la tan bastardeada palabra amor. Otro estribillo tenebroso es el de Loco un Poco: "no te arrepientas de nada y no pidas perdón", pero debo confesar que es tan difícil entender el significado como fácil dejarse llevar por el ritmo de su música.



Bicho de ciudad, de Ciro, abre la ventana a una cuestión que se remonta al hippismo de los inicios del rock nacional: el éxodo de la ciudad. A diferencia de aquellos que como Pedro y Pablo, Arco Iris o Manal, lo recomiendan sin dudarlo, Ciro se reconoce un bicho de ciudad pero disfruta "como un loco" de la proximidad de la naturaleza, del aire libre, de la sombra fresca de un árbol. Es llamativo que en esta interpretación, plena en vitalidad, Ciro aparece con una remera negra que lleva la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Javier Martínez, con Manal, inmortalizó aquella Casa con Diez Pinos de Monte Grande, que se convirtió en un refugio suburbano de artistas y hippies: "ahora mismo me voy allá porque no aguanto más vivir en la ciudad". Es gracioso ver la versión fílmica de Pappo tocando la guitarra eléctrica en un jardín. Pedro y Pablo, en Conesa, le pusieron épica al Exodo, con temas como Instrucciones y El Bolson de los Cerros.


Una nueva noche fría, de Callejeros. El rock chabón sigue renegando del vacío de la noche ("hace mucho tiempo que escucho voces y ninguna palabra/ y mis ojos maltratados se refugian en la nada/ y se cansan de ver un montón de caras y ni una mirada" y de todo lo malo de lo que allí sucede mientras "los se llenan los bolsillos". Pero "que los sentimientos vuelven con el día".

Todavía quedan temas por abordar: el modelo de familia, la vejez, la autoridad (la policía), la política, el empresario, entre muchos otros, que se tratarán en el futuro.+


domingo, 21 de mayo de 2017
Un artista ZENsacional



Gustavo Santaolalla es uno de los pioneros del rock nacional como miembro de Arco Iris, un conjunto hipón que cultivó una música que fusionaba el folclore latinoamericano y el pop. De profundas raíces espirituales hinduístas -la líder del grupo era una gurú-, eran ascetas y promovían la vida al natural.
Pero Santaolalla no llego a ser muy visible en aquella formación, sino que se destac más tarde. Marchó hacia Los Angeles, en donde se convirtió en productor, y años mas tarde regresó en ese rol a estas latitudes. Tal vez lo mas destacado que realizó en esa época fue la gira De Ushuaia a La Quiaca, con Leon Gieco.
Ahora el retorno, ya mayor, se debe a que desea presentar su propia faceta musical, en una nueva gira por el país.
Es en este contexto que La Nacion Revista lo entrevistó y le sacó un par de jugosas definiciones para nuestra zaga de #teologíarockera. Santaolalla confiesa que estaba totalmente destinado para ser cura, pero que el regalo de una guitarra por parte de su abuela lo desvió hacia la música.
Debemos recordar que Piero llegó a ser seminarista, por mencionar otro caso.
Lo que es raro es que la desviación terminó pocos años más tarde en el hinduismo y en corrientes New Age, lo que evidencia la enorme confusión que se vivía por esos años.
¿Creés en Dios? Alguna vez dijiste que las religiones dividen al hombre.
Creo que Dios está en todo, en cada partícula al mismo tiempo. Creo en el hombre, en los cambios de conciencia que se avecinan y que nos llevarán a una nueva realidad. Se vienen grandes cambios en nuestra sociedad. Confío, aunque muchos vaticinen algo diferente y a pesar de que todo lo vean con ojos negativos. Se viene un mundo más justo y armónico. Estamos en un momento de transición, ya lo dijeron los mayas. Tenemos que tener en claro que todo lo que hacemos afecta a los demás.
¿Siempre estuvo presente esta búsqueda espiritual?
De chico quería ser cura, después con Arco Iris la búsqueda fue diferente, comencé a recorrer un camino entre el budismo zen y las culturas milenarias americanas, porque todo está ligado de alguna manera.
El pensamiento del japonés Shrunryu Suzuki, introductor del budismo zen en América, y el del filósofo indio Jiddu Krishnamurti se convirtieron en dos autores claves en la vida de Santaolalla; lo ayudaron a domar el ego y a poner foco en la verdadera atención, ésa que exige "escuchar, haciendo a un lado las distracciones y actuar con la inocencia del que recién se inicia -destaca-. Y esa inocencia e ingenuidad es la que me lleva muchas veces a jugar con lo desconocido, como animarme a tocar instrumentos que no sabía tocar [en Babel tocó el oud, sólo por nombrar alguna de las experiencias]. Me gusta aventurarme en cosas que no he hecho antes."
¿Meditás?
Siempre encuentro el momento y el lugar para hacerlo. No ocupa lugar [bromea]. Me tomo el tiempo que necesito y me conecto conmigo mismo.+



jueves, 18 de agosto de 2016
El Master Makaroff
Sergio Makaroff es un artista argentino que supo tener alguna relevancia en la llamada música progresiva en los tempranos 70, particularmente con el Rock del Ascensor ("hagámoslo de parados,
hagámoslo de pie", cantaba el estribillo). Emigró a España, donde se radicó. Allí vive su hija Miranda. Su hermano Eduardo, coequiper del vernáculo Los Makaroff, canta tangos en Paris, como el ex twist Daniel Melingo.
Me interesé por Makaroff al escuchar a Los Tipitos cantar Master of the Universe, en Tipitos Rex. Esa canción ofrecía pistas muy elocuentes para descifrar la #TeologíaRockera de esa joven banda del siglo XXI. Pero la letra era de Sergio Makaroff, de quien solo había escuchado una delirante canción dedicada al Hijo de Sam un asesino serial  de los 80.
Makaroff es un profuso compositor, pero sus letras son costumbristas y superficiales. Desde el punto de vista religioso, se puede decir que sus letras tienen mucho contenido explícito. Aunque las referencias reales son confusas y erróneas, porque él utiliza esa artillería para referirse al amor de pareja. Por más que clama por el amor eterno es evidente en su producción que las mujeres a las que se refiere son diversas y, a veces, sólo pasajeras.
La referencia a la felicidad se aplica a ese contexto: "yo fuí feliz cuando me querías", canta en Yo Fui Felíz, del LP Makaroff, "que presente tengo tu ausencia/ ya que todo lo que queda es nada".
En Peregrino del Amor, de ese mismo disco, afirma que "el Señor me señaló/ y me dijo: eres tú el elegido;/ cumplirás una misión/ haz de tripas corazón/ vivirás eternamente en el camino (...) desde mayo hasta abril/ peregrino del amor/ dando vueltas por el mundo/ dando un beso a cada flor./ ¿y qué culpa tengo yo/ si Jehová me convirtió/ en un rayo zigzagueante, un torbellino?/ No me puede detener/ un perfume de mujer/ me reclama la llamada del destino".
Las letras, por ejemplo, de El Inventor del Rompehielos hacen referencia al cielo, como una luz que refleja en un diamante que se le regala a una mujer (Luz del Cielo), a una deidad en El Faro cuando dice que "dieron cien mil vueltas al compás/ de la música secreta de un dios que sólo ellos dos/ y nadie más pudo escuchar". En El Misterio imagina: "luces intermitentes parpadeando en la inmensidad/ son los ojos de la gente brillando en la oscuridad/ los que saben amar, los que quisieran saber, los que intentan aprender/ sólo hace falta dejarse llevar y el misterio hará todo lo demás/ hemos venido para eso a este mundo. (...) un mundo que es un poco cuadrado aunque/ hay algo que lo hace girar/ es el amor y eso me lo enseñaron las mujeres al besar. (...)"
Dios es una permanente referencia poética. En "Loco" inserta un verso totalmente descolgado: "Señor de los Chalados, yo te invoco". En Perdido le dice a una mujer con la que ya no está y asegura que estará con ella toda la eternidad, cosa que se repite en Qué más me da.
En Ven hay numerosas referencias religiosas pero son meramente folklóricas, y no remiten a nada concreto. 
En donde juega claro es en El Sentido de la Vida. Ahí aborda a las grandes cuestiones de la vida ("a mí me atenazan los mismos antiguos interrogantes/ que invadieron la vigilia en las noches del desierto/ me quedo tan en ayunas como los hombres de antes/no sé por qué he nacido ni por qué un día habré muerto") y se los responde de esta manera: "y en eso llegas tú y se acaba el exceso de filosofía/ ya no hay más preguntas sin fin, solo respuestas sin medida/ porque cuando estamos juntos tengo tan claro cuál es/ el sentido de la vida (...) Me gustaría creer en Alá, en Abraxas y en Jesucristo/ y obtener esa certeza envuelta para regalo/ pero tal como van las cosas, con todo lo que hemos visto/ si ese dios existe o es muy débil o es muy malo".
Esta cuestión del dios bueno y malo se vé con toda claridad en una canción totalmente referida al Master of the Universe, a la que vale la pena transcribir:
¡Hey, vosotros, ya he llegado!
Aunque siempre estuve aquí,
porque estoy por todos lados.
Mírame bien ¿no me reconoces?
Soy el que te habla cuando escuchas voces.
Yo soy yo, soy siempre el mejor,
soy simplemente El Emperador.
Llámame Rey, dime Señor;
perdona si te ciego con todo mi esplendor.
Préstame atención, escucha este verso:
ha llegado El Amo Del Universo. 
Master, Master, I´m the Master
The Master of the Universe
The Master of the Universe. 
Soy el más piadoso y el más perverso,
porque soy El Amo Del Universo.
Puedo hacer el bien y hacer el mal,
puedo convertirte en estatua de sal.
Soy moro, cristiano, judío converso,
ateo, budista, El Rey Del Universo. 
Master, Master, I´m the Master
The Master of the Universe
The Master of the Universe. 
Soy grande, enorme, más grande que el tamaño;
no podrías recorrerme ni en un millón de años.
Soy todo, todo, todo, también soy la nada;
más de lo que puedes abarcar con la mirada.
Todo esto es mío, tu me perteneces.
Soy el del milagro de los panes y los peces. 
Master, Master, I´m the Master
The Master of the Universe
The Master of the Universe. 
La noche que nací brillaban las estrellas
y supe de repente que sería como ellas...
y supe de repente que sería como ellas.
Me fue revelada aquella noche La Verdad
y entonces comprendí el valor de la humildad.
por eso soy así, humilde como un sabio.
Olvida el asunto y bésame en los labios. 
Master, Master, I´m the Master
The Master of the Universe
The Master of the Universe.

miércoles, 25 de mayo de 2016 Novedoso como el sol

Nuestra serie de entradas relativa a la #TeologíaRockera se demora en ingresar en el denso mundo intelectual de Miguel Cantilo, aunque Raúl Porchetto nos haya ayudado bastante para interpretar algunas cosas.
Quisiera abordar en primer lugar el concepto de novedoso, que aparece en el primer disco de Pedro y Pablo "Yo Vivo en una Ciudad". Cantilo y Jorge Durietz culminan el tema homónimo diciendo que adoran a su ciudad porque les "da infinitos deseos de contestarle y de cantarle mi novedad". La suya es canción contestataria y de protesta, como se la conocía por entonces, pero contiene propuesta, como diría su canto en su regreso ochentoso, con su banda Punch.
En "Guarda con la Rutina" profundiza la cuestión primaria en su poética. Allí dice que "Ese sol es el mismo de ayer/ Pero vos podés ser/ Alguien nuevo cada día./ Amigo, no dejes que te hagan bolsa/ Los cambios de la palanca/ La caja del corazón./ Si el mundo da vueltas en torno a un eje/ No lo imites que te vuelve/ Aburrido como él./ Todo hay que renovarlo/ Y hay que cambiarlo por novedad/ Aunque para guiarnos/ Siempre haya leyes que respetar./ Por eso amigo, guarda con la rutina/ Que te blanquea la sien/ Guarda con la rutina/ Renovarse está bien".
Ese elogio a la novedad tiene su elemento teológico en la Buena Nueva, expresado más claramente en el Apocalipsis, cuando el que estaba sentado en el Trono (el Señor) dice: "Yo hago nuevas todas las cosas". Tal como lo refiere el padre Fernando Cavaller, esa expresión no tiene que ver con el cambio en sí mismo sino con un nuevo abordaje de la situación, con la renovación que supone mirar al mundo con los ojos del Señor. Eso está muy presente en la poesía de Cantilo.
Este primer paso en su discografía, que aún tiene arreglos orquestales y cuyas letras son más bien costumbristas, pero ya incluye algunas canciones desde donde asoma su pensamiento humanista y cristiano. Por ejemplo, en "La quimera del confort" hace un contrapunto entre la oferta de la modernidad, que viene del Norte, con una vida plena, humana y natural, en contraste con lo artificial. No he podido recortar frases, ya que la argumentación es poderosa y vale la pena transcribirla casi por completo:

La quimera del comfort

Ya sale el sol, tinto de cal
por entre el ajedrez de la ciudad.
Trepa un farol, baja al barrial
y se despeina sobre un boulevard.
Timon de luz, viril galán,
en las veredas te haces muchos más,
entre verdor y atardecer
cada semáforo es un hijo infiel.
Mirando al sol y a su color
logré evadirme de este mundo gris
donde no hay sol, sino un comfort
que nace al Norte y se pone al Sur.
Los rayos ví dorar la cal,
mas no los rostros de la humanidad.
Que ve forjado el porvenir,
mediante cuotas de anticoncebir.
Todos marchan enfilados, la quimera del confort,
yo me siento más humano y me voy atrás del sol.
Se escapa ya el rubio rey,
el pelirrojo sol crepuscular,
mi sueño va siguiéndole
por entre calles sin parquimetrar.
Con lentitud naufragará,
como una gran moneda de color,
en un rincón del mas allá,
quizás en la alcancía del Señor...

Propio de la época, su pensamiento político, su compromiso popular, se mezcla con sus creencias y con su arte. Su canción más característica, "La Marcha de la Bronca", luego de enumerar sus críticas al estado de situación dice que es una "marcha que también es esperanza, marcha de la bronca y de la Fe".+


JUN 21
De antihéroes y perdedores

Un gigante del rock nacional como Roque Narvaja merecía un lugar en este espacio dedicado a la Teología Rockera.
Me pasé varios días escuchando sus discos y pude emocionarme con la canción política de los 70. Narvaja produjo canciones lindísimas como "Para Victoria" ("Victoria, tu nombre es grito de lucha y de gloria; Victoria, los hombres te siguen detrás de la aurora" ... "es el hombre nuevo que nada promete, sólo da" ... "que construye al mundo por amor; siembra la esperanza, protege los niños") o "¿Porqué no han venido los compañeros?", que recuerdan más a la emotiva poesía de Alfredo Zitarrosa.
En sus primeros discos, aún en La Joven Guardia, hay menciones a Dios o literalmente religiosas, pero mucho más a la revolución. Especialmente en sus primeros discos de solista en la Argentina. Por ejemplo, en Octubre hace relaciones entre el Salvador que va a venir y que nos guiará (¿a la revolución? "...a los cambios") y su madre, que es América. Hay teología, pero de la liberación. La referencia a octubre es simbólica, rojiza. En canciones como Balada para Luis o Camilo y Ernesto, lo que prima es la revolución. "Revolución con Dios; sueño del trabajador", dice en Revolución mi amor (Octubre). En "Dame el Sol": "trabajador, tu angustia es mi capital", chilla. En Primavera para un Valle de Lágrimas hay una canción espléndida, que suena así: Voy a comenzar a quererme más. Voy a servir a la Verdad. Voy a comenzar a confiar en mí una vez más, solo una vez más, para confiar en tí. Voy a comenzar a quererte más; hermano, ven, vamos hacia allá. La lucha empieza en nosotros mismos. La victoria es recibir y poder dar. La victoria es tiempo, nuevo tiempo, eterno de felicidad".
En esta clase de músicos, el elemento nacional está siempre presente en alguna zamba, en un charango, una quena, en alguna mención campestre, en San Esteban o en bellezas como Dos Razones (1973).
Lo que se desprende de sus primeros discos, especialmente en los de La Joven Guardia, es la cuestión naturalista, hippie, de pelos largos y libertad, aunque con pocas o casi nulas referencias al amor libre; cuando aparece luce ocasional, no filosófico.
Su etapa solista en la Argentina culmina con Amén (1976), en el que ya empieza a abandonar la cuestión política. Paradójicamente, su voz fue censurada y el disco no vio la luz.
Una vez que se fue, se volvió un cultor de la canción romántica y es raro que se encuentren en su obra otra cosa que menciones religiosas o filosóficas culturalmente cristianas, pero sin un sentido profundo.
Roque Narvaja no vuelve como el resto de los rockeros argentinos que emigraron durante el gobierno militar en 1982, con ocasión de la breve recuperación de las Malvinas y la reivindicación de la música nacional. De esa época es su maravilloso Amante de Cartón. Aunque arroja poco material para este análisis.
En 1987 reivindica que era "Nacido en el Tercer Mundo" y recuerda que sus padres, "que creían en Jesús, me encomendaron al pie de la cruz", en una suerte de autobiografía cantada. Ahí le canta a "La Verdad: sin ella es imposible la libertad". En este disco evoca a la muerte. Dice que a sus amigos que se llevó, resucitarán.
Recién en 2003 se vuelve a leer una letra tan fuerte como las primeras. Como en "Profecía 3", de La Joven Guardia, hace una correcta distinción entre lo que el mundo valora y lo que se debe valorar. En "Quiero ser un Perdedor" dice:

En un mundo que provoca
la miseria y el dolor
en los débiles del mundo
por la fuerza o el control.
En un mundo que prefiere
al desalmado ganador
sobre el bien y la justicia,
la verdad y la mentira,
Yo quiero ser un perdedor
De pequeño me enseñaron
que en la vida hay que llegar
con esfuerzo y sacrificio,
con paciencia y voluntad.
El trabajo era un derecho,
el descanso era la paz,
compartir era sagrado,
robar era pecado,
Yo quiero ser un perdedor.
En este mundo,
yo quiero ser un perdedor
Cuéntame una historia de valor
donde el vencedor sea el mejor.
No me invites a un festín
de vanidades, que no voy.
Quiero estar con mis hermanos:
los sencillos y los llanos.
Yo también quiero ser un perdedor.
Hubo un tiempo en que tuve
todo lo que hay que comprar.
Me sentía poderoso
engañando a los demás.
La verdad por dolorosa
la tenía que ocultar.
Me sabía tan pequeño
y mi amigo era el miedo.
En un mundo que utiliza
dos idiomas para hablar:
el que lleva en su conciencia,
el que quiere escuchar,
yo quiero ser un perdedor.
Por el amor de Dios
Yo quiero ser un perdedor.+



SÁBADO, 7 DE MAYO DE 2016
Rock Profético

Un protagonista del rock nacional imposible de eludir, tanto en lo musical como en el contenido religioso de sus letras, es Raúl Porchetto.
Como en el caso de Miguel Cantilo, su espiritualildad parece teñir su poesía, su música y su vida. Ambos son cristianos y hasta podríamos decir que católicos, por sus conceptos doctrinarios, pero con una relación rebelde para con la Iglesia.
Porchetto edita en 1972, un año después de aparecida La Biblia de Vox Dei, la ópera progresiva Cristo Rock. Sus letras están escritas en primera persona como si hablara Jesús.
A diferencia de la obra impulsada por Ricardo Soulé, que busca musicalizar las Sagradas Escrituras, Porchetto procura evangelizar hablando al corazón de los hombres. Un ejemplo claro es la letra de la Obertura:

Todo el mundo me
sigue nombrando ,
sigue escribiendo de mí,
sigue alabando mi nombre,
pero en el fondo
de sus corazones
Creen que morí,
que perdí mi cuerpo;
que me derretí en una cruz,
creen que no soy más que un Templo
repleto de todo menos de amor.
Creo que nunca entendieron nada,
nunca quise perdurar así;
¡yo nunca morí!
¡yo nunca morí!
¡Yo nunca morí, Señor!

En la siguiente canción de ese disco encara la cuestión eclesiástica. "¿En dónde está mi Iglesia? ¿quien la deformó?", se pregunta como si fuera Cristo quien hablara. "Nunca hablé de riquezas, ni imperio, ni religión; sólo quise templos llenos de amor".
En una entrevista que le hiciera Cristian Vitale para Página 12 el 4 de septiembre de 2009, responde la cuestión de esta manera: "Hablaría más de mística que de religión. Lo religioso me huele a institución, a establishment, y Cristo Rock fue un disco conflictivo en este aspecto, lleno de preguntas. Sí admiro a los místicos de todas las culturas: hindúes, judíos, chinos... Admiro su espiritualidad. Mi respeto es por quien busca algo distinto, más allá, que no se conforma con lo que la sociedad le da. Para mí, el rock siempre tuvo que ver con esa búsqueda, desde Sting hasta Lennon y todas las caritas místicas que aparecen en la tapa de Sargent Pepper."
Al propio Paulo VI, un pontífice que continuó y profundizó la "opción por los pobres" y que coronó el renovador Concilio Vaticano II le canta: "¿con que tapa las palabras sobre la farsa de este mundo, dónde esconder a los muertos? dígame, querido Papa. ¿Dónde guarda todo el hambre y la angustia de esta gente? ¿cómo logra su silencio? dígame, querido Papa. Para esto yo no puse a Pedro." Dice también, como si del Señor se tratara, que un chico se le acercó y le preguntó "¿porqué hay burocracia para amarte?"
En la Canción VII de ese mismo LP hace una relación directa entre Fe y vida, y vida y amor, que parece ser la constante de su prédica.

"Noche y Día" tiene más letras de fuerte contenido religioso. "La llama de tu amor" pide "enciende mi fuego, enciende la luz, enciende mi mente, dulce cielo azul. embriaga mi alma, todos mis sentidos..." En "Tan Grande es tu Amor" clama "en los días buenos, en los malos, en el medio de esta jungla sin piedad, siento tu presencia que a mi lado está. Tanto en Tí la paz deseo que le declaré la guerra al mundo y mi corazón no para de gritar. Tan grande es tu amor, me está enloqueciendo; tan grande es tu amor, me estoy derritiendo. En la tierra como en el cielo, en el medio de un jardín sin flores y mi corazón no para de gritar".
En sus letras, como en las de Alejandro de Michelle, hay una gran presencia de ángeles; que lo lleven, como en Sentado en el umbral de Dios, o que le manden "Mensajes del Cielo".
Porchetto es parte de esta recopilación de voces que tienen una #TeologíaRockera porque es una voz profética y elevada, que no pierde de vista el objeto de su canto que parecería ser el de ofrecer una vida plena y verdadera a sus oyentes y que, cuando se cansó de cantar y perdió la llama, se llamó a silencio.
Es importante destacar que el Cristo Rock fue el primer disco que grabó Charly García; su debut musical.+


DOMINGO, 1 DE MAYO DE 2016
Flor del árbol seco



30 Denarios
What do you want from me
that you don`t already have?
Cuando el agua sea más clara
todo se resolverá.
Cuando llegue la mañana
ya no podrás dormir.
A la mesa verdadera
que el milagro es compartir
Entre hermanas,
entre hermanos
Podrás confiar
que a nadie tendrás que traicionar...
En la tierra en que no crece
nada de nada,
En el árbol que está seco
hay una flor,
algo cambió,
hay un fulgor.
¿Qué quieren más de mí?
¿Qué quieren más de mí?
¿Qué es lo que quieren más de mí?
Podrás confiar
que a nadie tendrás que traicionar...
Nadie sabe que la historia
fue mal contada
y que el beso de la muerte
fue por amor.
¡Fue por amor!
¿Qué es lo que quieren más de mí?
"Judas, con un beso entregas
al hijo del hombre? 
Soy acaso un ladrón, 
para que vengan
con espadas y palos?
Todos los días estaba con
ustedes en el Templo
y no me arrestaron.
Pero esta es vuestra hora
y del poder de las tinieblas... "
Dos mil años de silencio fueron bastante
Dos mil años de martirio en la oscuridad
¡Es la verdad!
¡Es la verdad!
¿Qué quieren más de mí?
¿Qué quieren más de mí?
¿Qué es lo que quieren más de mí?
"Señor, qué numerosos son mis adversarios,
cuántos los que se levantan contra mí!
Cuántos los que me dicen:
¡Dios ya no quiere salvarlo!
Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Señor me sostiene.
No temo a la multitud inmunerable
apostada contra mí por todas partes.
¡Levántate, Señor!
¡Sálvame, Dios mío!
¿Y ustedes, señores,
hasta cuándo ultrajarán al
que es mi Gloria,
buscarán lo engañoso
y amarán lo que es falso? "

En esta serie sobre la teología que es sustrato de algunas letras de rock nacional abordamos hoy un tema poco difundido, del álbum Tango 4, que sacaron Charly García y Pedro Aznar, al término de la experiencia de Serú Girán.
En 30 denarios se insiste en un tema muchas veces abordado, pero jamás en la música progresiva argentina: el papel de Judas Iscariote en el plan salvífico.
La canción hace que Judas desde el principio nos implore, nos interrogue, que nos haga pensar: "What do you want from me that you don`t already have?"
No es habitual, pero tampoco muy original, plantear que Judas no traicionó a Jesús, sino que era un hermano que cumplió con entregarlo para glorificarlo con la muerte de cruz, con un beso que no fue de muerte sino pot amor.
Hasta ahí se podría decir que Charly demuestra un gran conocimiento de la religión y que se siente identificado con un extraño y odiado personaje de la Biblia por generaciones y generaciones.
Pero él va más allá y le pone al Señor la voz de más grande actor argentino vivo, Alfredo Alcón, en dos parlamentos comprometidos y audaces. Uno, en el que acusa a Judas de entregar con un beso al Hijo del Hombre; en el del final parece como si aprovechara las palabras de Señor en su propia reivindicación.
En los últimos versos explican el uso de la metáfora de Judas: "Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo ultrajarán al que es mi Gloria, buscarán lo engañoso y amarán lo que es falso?"
Desde que Charly explicó que Rezo por Vos es una invocación religiosa, es imposible pensar que esta canción no está casualmente inserta en el cancionero de García.+

Sábado, 8 de agosto de 2015
Charly reza por Francisco

Charla García le hizo llegar al Papa Francisco la canción que compuso para cantar tantas veces con Luis Alberto Spinetta.
Ambos tal vez fueron las dos mayores glorias del rock nacional, o quizás los dos principales referentes músicales de las más populares corrientes.
Tras una parodia televisiva, Charly emitió un duro comunicado ratificando el carácter religioso de la letra de esta canción
Hace un tiempo en la zaga de #TeologíaRockera de este blog analizamos el contenido de sus letras y notamos una sensible búsqueda, además de una relación efectiva con Dios. Cierto que por veces crítica (como cuando dijo que "Dios es empleado en un mostrador: da para recibir").
Pero es evidente que estos momentos límite lo llevaron a la tierra que mana leche y miel.


Rezo por vos

La indómita luz
Se hizo carne en mí
Y lo dejé todo por esta soledad.
Y leo revistas
En la tempestad
Hice el sacrificio
Y abracé la cruz al amanecer.
Rezo, rezo, rezo, rezo.

Morí sin morir
Y me abracé al dolor
Y lo dejé todo por esta soledad
Ya se hizo de noche
Y ahora estoy aquí
Mi cuerpo se cae
Sólo veo la cruz al amanecer.
Rezo, rezo, rezo, rezo por vos.

Y curé mis heridas
Y me encendí de amor
Y quemé las cortinas
Y me encendí de amor, de amor sagrado.
Y entonces rezo.


sábado, 18 de octubre de 2014 Los poseídos


Luego de aquel tema que me impactara (Al cielo, no...) y cuyo comentario publicara como parte de esta Teología Rockera, me volví a sumergir en una inmensa cantidad de canciones del uruguayísimo Cuarteto de Nos.
Es una banda alegre y divertida que, a pesar de hacer música pop, esgrime agudas letras de protesta más propias del rock vernáculo
Sus melodías son pegadizas y su poesía es graciosa. Aunque, para quienes creemos en Dios, es decididamente desafiante y sacrílega. Aunque claramente no indiferente. Lo que me sorprendió en estos uruguayos es que dedican cantidad de versos y canciones a la cuestión religiosa. A pesar de negar creer y de que, lisa y llanamente, se burlen de la religión. Pero es importante aclarar que no solamente se ríen de los creyentes sino que son decididamente iconoclastas.
Identifiqué tres canciones sorprendentes: una que niega el valor de la democracia y que destaca al voto ponderado y el gobierno de una minoría ("no quiero ser normal"); otra, con ribetes claramente racistas ("no somos latinos" en la que se ufana de su patria, "la Suiza del Sur"), y un ataque a los ecologistas y sus causas ("me encanta ver a un pingüino empetrolado" o "Greenpeace es un curro, no lo dudo", frases que surgen de "Maten a las ballenas").
La cuestión religiosa está presente en miles de canciones. Es evidente que el letrista ha sufrido una mala catequesis, como analizamos en Al Cielo, no... Plantea la oprobiosa obligación de ir a misa como parte de su historia personal. Pero también la de trabajar (Pobre papá).
Su poesía refleja una profunda búsqueda. Al punto que en alguna canción reconoce estar cansado de buscar.
Su filosofía es definitivamente relativista. La dualidad está presentes tácita y explícitamente en sus textos. La cuestión identitaria también es reiterada. Hay un jocoso egocentrismo algo exacerbado ("Me amo, Así soy yo, Mírenme, Mi lista negra, Breve descripción de mi persona). Sufre una emergente insatisfacción ("mi corazón vacío no soporta una ausencia más", en Porfiado; "no encuentro en qué creer", "nadie es santo de mi devoción", "la religión me aburre", en "Nada me da satisfacción"; "Me hace bien, Me hace mal"). Una profunda soledad ("Todos pasan por mi rancho, pero nadie se queda", en donde califica a la soledad como una condena; "Cuando ya no importe", sobre la vejez. Hay un conflicto evidente con su padre en "Cuando sea Grande" y en "El Hijo de Hernandez", entre otros. Y un condicionamiento social muy grande que se revela en la búsqueda de la definición de lo que es normal y lo que es raro. El uso desenfadado de un lenguaje políticamente incorrecto es una clave en su divertida poesía.
Su provocación es constante. Es muy uruguayo el letrista que se identifica con ese Pueblo Podrido en el que se quiere quedar. Pero se ríe de Artigas, al que imagina borracho en una página olvidada para la historia, y de su país, del que se honraría en "ser el primer desertor" en el hipotético caso de una invasión brasilera. En otro conflicto imaginario imagina a los orientales invadiendo Malvinas como consecuencia de una pelea con la Argentina por la disputa para definir cuál es el país natal de Gardel.
Las canciones repiten que "todo me chupa un huevo" o que "la Patria me chupa un huevo". Su osadía es escandalizadora, como cuando canta con alegría que tiene al Diablo en su corazón. Tiene formación religiosa y la demuestra en el tono certero de sus referencias.
¿Qué más se puede decir de alguien que se carga los más atroces crímenes de la humanidad (como el del Atentado al Papa porque Dios no lo escuchaba) o simplemente de matar a la maestra (entre otras razones porque le hizo creer que la Biblia era verdad y que todo se arreglaba con rezar)?
Hay muchos más detalles por explorar en estas voces profanas. Son un contrapeso de la cultura rioplatense predominante. Veremos si se hacen merecedores de algún otro capítulo.+

viernes 17 de enero de 2014
¿Dime quién me lo robó?




En esta serie de escritos sobre Teología Rockera, debió haber estado con mayor desarrollo esta canción de Charly García, "¿Dime quién me lo robó?", que interpretó con Sui Generis. Porque es un texto de evidente búsqueda religiosa. La letra dice así:

"Mirábamos de pie
por la ventana al sol,
al cielo, las nubes y a Dios. 
Sabía yo creer 
el cuento sin razón, 
al hada, la bruja y a Vos. 
Sabía correr, podía reír, 
y creo también que era feliz. 
La escuela estaba ahí, 
esperando por mí:
mi patio, mi banco marrón. 
todo estaba muy bien, 
 si sabía la lección 
de historia, de inglés o de amor. 
Siempre fue igual mi profesor: 
siempre tuvo el la razón. 
Un día descubrí 
que empezaba a crecer.
Sentí, lloré y creí. 
De pronto fui un varón 
que no tenía mujer 
y quise poderla conseguir. 
¡Qué tonto fui! ¡Se rió de mí!
y ¿qué iba a hacer? 
Me reí también. 
Y ahora miro atrás un poco 
y hace tanto que pasó, 
y todo lo que yo amaba 
ya no es mío y se escapó. 
Y ahora estoy tan confundido.
Miedo y humo alrededor 
¿Dónde está el sol? 
¿Dónde está Dios? 
Dime quién me lo robó. 
Y vuelvo a caminar 
y empiezo a recordar: 
mi casa, mi padre y Jesús. 
Y tengo que elegir, 
ya es tiempo de partir, 
mi vida, mi amor y mi luz. 
No se muy bien 
qué voy a hacer. 
Quiero a mi Fe,
quiero creer. 
Y ahora miro atrás un poco. 
Y hace tanto que pasó, 
y todo lo que yo amaba 
ya no es mío y se escapó. 
Y ahora estoy tan confundido. 
Miedo y humo alrededor. 
¿Dónde está el sol? 
¿Dónde está Dios? 
Dime quién me lo robó. 
No se muy bien qué voy a hacer. 
Quiero a mi Fe, 
quiero creer.

Ayer, en misa de Santo Domingo, el cura hizo su homilía basado en la primer lectura, que se transcribe al final, y usó la misma fórmula que Charly en aquella genial canción.
En la lectura se cuenta la derrota de Israel contra los filisteos en la que aquellos roban el Arca de Noé, que estaba bajo custodia de los hijos de Elí, Jofní y Pinjás, que según recuerdo eran sacerdotes.
El Papa Francisco, en su homilía de ayer, hizo la misma relación entre ese pueblo y sus sacerdotes para con Dios, al que tenían como una cosa externa (cosificada en el Arca), ya que no vivían la Palabra de Dios. El robo del Arca por parte de los filisteos fue como robarles a Dios.
Lo que en definitiva decían el dominico ayer en el Convento y el Papa en Roma era que en definitiva quienes roban a Dios son los curas que se apoderan de la religión, como una posición de poder. Decía textualmente Francisco: “Pero ¿nos avergonzamos? Tantos escándalos que no quiero mencionar individualmente, pero que todos conocemos… ¡Sabemos cuáles! Escándalos, algunos que han costado tanto: ¡está bien! Se debe hacer así…. ¡La vergüenza de la Iglesia! ¿Pero nos hemos avergonzado de aquellos escándalos, de aquellas derrotas de sacerdotes, de obispos, de laicos? La Palabra de Dios en aquellos escándalos era una cosa rara; en aquellos hombres y en aquellas mujeres la Palabra de Dios ¡era rara! ¡No tenían un lazo con Dios! Tenían una posición en la Iglesia, una posición de poder, también de comodidad. ¡Pero no la Palabra de Dios! ‘Pero, yo tengo una medalla’; ‘Yo llevo la Cruz’… ¡Si, como esos llevaban el arca! ¡Sin la relación viva con Dios y con la Palabra de Dios! Me viene a la mente aquella Palabra de Jesús para aquellos por los cuales vienen los escándalos… Y aquí el escándalo ha venido: toda una decadencia del pueblo de Dios, hasta la debilidad, a la corrupción de los sacerdotes”.
Si querés te digo, Charly, yo sé quién te lo robó.+

1 Samuel 4, 1-11
Sucedió en aquellos tiempos, que los filisteos se reunieron para hacer la guerra a Israel y los israelitas salieron a su encuentro. Acamparon cerca de Eben-Ezer y los filisteos en Afeq. Los filisteos se pusieron en orden de batalla contra Israel. Se trabó el combate y los israelitas fueron derrotados y sufrieron cuatro mil bajas. El ejército se retiró al campamento y los ancianos de Israel se preguntaban: "¿Por qué permitió el Señor que nos derrotaran hoy los filisteos? Traigamos de Siló el arca de la alianza del Señor, para que vaya en medio de nosotros y nos salve de nuestros enemigos".
Mandaron traer de Siló el arca del Señor de los ejércitos, que se sienta sobre los querubines. Los dos hijos de Elí, Jofní y Pinjás, acompañaron el arca.
Al entrar el arca de la alianza en el campamento, todos los israelitas lanzaron tan grandes gritos de júbilo, que hicieron retumbar la tierra. Cuando los filisteos oyeron el griterío, se preguntaron: "¿Qué significará ese gran clamor en el campamento de los hebreos?" Y se enteraron de que el arca del Señor había llegado al campamento.
Entonces los filisteos se atemorizaron. Decían: "Sus dioses han venido al campamento. ¡Pobres de nosotros! Hasta ahora no nos había sucedido una desgracia semejante. ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos? Estos son los dioses que castigaron a Egipto con toda clase de plagas. Cobren ánimo, filisteos, y sean hombres. No sea que tengamos que servir a los israelitas, como ellos nos han servido a nosotros. Luchemos como los hombres".
Los filisteos lucharon e Israel fue derrotado. Todos los israelitas huyeron a sus tiendas. Fue una derrota desastrosa en la que Israel perdió treinta mil soldados. El arca de Dios fue capturada y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí.


miércoles, 20 de junio de 2012
Tango Azul

A los 53 años, joven aún -como tantos grandes artistas que quedan congelados en su trágico final-, se fue Adrián Otero. Iba por la autopista que une Rosario con la Docta, a la altura de Ballesteros, camino de Capilla del Señor, y no se detuvo nunca.
La magnífica voz de Memphis La Blusera quedó grabada en tantos retratos musicales de la porteñidad.
Esta serie de actores de la escena musical argentina que se van tan tempranamente nos atrapan sin haberles realizado una investigación de sus letras para ser incorporados en la saga de la Teología Rockera que analiza este sitio.
El caso de Memphis es bien interesante porque sus letras son costumbristas, pasatistas y, en todo caso, tradicionalistas. "Somos gente de moral tradicional", definió Otero en una entrevista con Página 12 publicada sobre el cambio de milenio en el suplemento NO y que fuera recogida para su necrología. "Creemos en la familia y todo eso. El rock no nos condiciona para hacernos los locos. No creemos en eso. Respetamos a la gente que enloquece, pero no se sienta con nosotros a tomar café".
Tradicionalista puede ser, pero es muy poco religiosa. Una de las pocas referencias que encontré entre sus más populares temas, sobre los angelitos culones, es una metáfora de la lluvia.
La voz de Otero cantó a los amigos del barrio, a la noche, a las mujeres, al alcohol, a las tradiciones más virilmente reconocidas del porteño, a la argentinidad, pero nada a Dios. Vanalizó y rechazó terminantemente las novedades de la progresía, como en Hoy es Hoy o en La Bifurcada. "Siempre hablamos de mujeres, amores, desamores, el barrio", dijo alguna vez y reflejó La Prensa en su obituario, en el que también confesó sentirse un poco desengañado de su concepto de barrio. "Me acabo de mudar a Juncal y Esmeralda y veo que a la periferia no vuelvo más -expresó a ese diario en una entrevista realizada en 2005-. Ya no tengo más nada que hacer ahí. Observo el barrio a la distancia y me acuerdo de cosas que pasaron, como las traiciones. Aquel fue un mundo que idealicé, en vano, pero idealicé".
Pero su vida supo de la difícil lucha por superar sus adicciones y sus letras honraron el papel basal de una mujer en la vida de un hombre. En ese sentido fue ejemplo para muchos.
Página 12, en su nota necrológica, lo definió "la mejor voz del blues a la argentina", y creo que es un mote acertado. Nació el 31 de julio de 1958 y murió el 12 de junio de 2012.
Una voz auténtica y políticamente incorrecta.+



sábado, 11 de febrero de 2012
El Capitán Flaco


Anteayer se fue el Luis Alberto Spinetta sin que en este blog hayamos podido haberle dedicado antes una entrada para nuestra serie de teología rockera.
Es que el Flaco editó cuarenta discos, y un trabajo más o menos exhaustivo hubiese llevado un tiempo que no tuvimos. Pero la temprana muerte de uno de los principales padres del Rock Nacional imponen una lectura, a modo de homenaje postrero que para este sitio tiene más que merecido.
Distingamos al sujeto. Spinetta fue un poeta, un músico y una persona. Todos los testimonios y su imagen pública reflejan en él a una persona extraordinaria, de gran temple y carácter, generoso, genial, humilde y desinteresado. Guiado, fundamentalmente, por valores muy elevados.
Como músico, fue un virtuoso guitarrista, fuera de serie, y un enorme compositor. Fue una bengala en la oscuridad de la noche rockera, señaló un camino, renovó, perfeccionó, purificó. Un maestro.
Ahora, como letrista, nuestra lectura es algo diferente. Nunca entendí demasiado sus letras, aunque es evidente que son plenas en bellas imágenes y que hay significados que se escapan a un lego como este bloguero. No obstante, hay pistas y muchas manifestaciones que nos facilitarán el análisis que merece la zaga que caracteriza a este blog. No aparece a primera vista una concepción religiosa en sus letras. Más bien, hay más referencias a la fantasía y a la magia, antes que a Dios. Debo reconocer que he escuchado más Almendra, Pescado Rabioso e Invisible, que a sus expresiones más recientes que corresponden a mi adolescencia y juventud.
De esa época a la que refiero, tomo dos canciones para hacer una disección teológica: Poscrucifixión y El Anillo del Capitán Beto, dos magníficos temas.
En el primero hay una incomprensión total de la figura de Jesús. Lo ve solo, desesperanzado, humano y triste. Esto último es lo que refleja la estampita del santo que lleva el Capitán Beto en su cabina. El aludido colectivero nos permite incursionar en su concepción de la muerte. El Beto muere y se va literalmente al cielo, al espacio exterior. En algunas expresiones por él vertidas en entrevistas se percibe como una especie de vacío, de permanencia en la música, a la hora de la despedida final.
Este bloguero cree que en la santa morada eterna difícilmente se perderían a este genio musical que supo encarnar los valores del cristianismo en su vida diaria, y que los tradujo en melodías celestiales. Pero parece ser otro de los tantos que, a pesar de haber pasado por un colegio religioso, no fue bien adoctrinado.+

domingo, 13 de noviembre de 2011
Al Cielo, no

Una joya para nuestra serie de Teología Rockera. La banda oriental Cuarteto de Nos requerirá un estudio más detallado. Escuché poco de ellos, pero suenan muy bien y son divertidos. Una suerte de rock nacional del tipo de Virus o Miranda! Un Pop Rock irresponsable, y nihilista. Eso está más que claro en No quiero ser normal.
"Al Cielo, no" es una canción divertida, pasatista, que refleja la mala educación religiosa que se imparte en los colegios y en el catecismo para niños, centrada en las formas y en donde muchas veces es comprender el llamado del Reino. Pero el Curteto uruguayo sorprende con una concepción descalificadora del narcisimos reinante en Me Amo.
En la primera mitad del video referido en el título, inserto más arriba, se ve el clip y en la otra, el backstage. Payasesco, pero simpático. Llama la atención como alguien puede cantar tan alegremente que prefiere el Infierno.+

martes, 30 de agosto de 2011
Juntos a la par


Para nuestra serie de notas sobre Teología Rockera es increíble encontrar una letra como ésta de un artista como Pappo, que tiene pocos elementos para ingresar en esta zaga.
Las canciones de Pappo no suelen tener una elevación espiritual que permita identificar una teología determinada.
Pero esta letra remite a una particularidad interesante: Norberto Napolitano, tal su verdadero nombre, murió en un accidente vial en la ruta 5, a la altura de Jauregui, Luján.
La Nación dijo que la madrugada del 25 de febrero, a pocos días de cumplir 55 años, "iba en su Harley Davidson y su hijo circulaba en otra moto, junto a un amigo. En la ruta 5, a la altura del kilómetro 71, por circunstancias que se desconocen, se tocaron ambas motos entre sí y Pappo cayó al asfalto. En ese momento fue atropellado por un Renault Clio".
Iban juntos a la par. De noche. Una mañana que nunca llegó. Un corazón ofrendado.
La canción, enigmática, puede leerse de varias maneras. A mí me gusta escucharla como una despedida, en total sintonía con el Creador.
Como un pacto, pero con Dios.+


Juntos a la par
Intérprete: Pappo
Autor: Pappo

Le he pedido tanto a Dios,
que al final oyó mi voz,
por la noche a más tardar,
yendo juntos a la par...
Cartas de amor en el hall,
se secan con el sol,
lejos de la gran ciudad ella es mi felicidad,
nada como ir juntos a la par.
Nada como ir juntos a la par,
y caminos desandar,
el honor no lo perdí, ese héroe que hay en mí,
nada como ir juntos a la par.
Se su nombre, se su edad,
y sus gustos en la intimidad,
cuando un corazón se entrega y el mañana nunca llega,
que más puedo hacer.
Nada como ir juntos a la par,
y caminos desandar,
el honor no lo perdí, ese héroe que hay en mí,
nada como ir juntos a la par.


jueves, 24 de marzo de 2011
Peleándose

Alejandro de Michele fue un grandísimo artista, muy injustamente olvidado. Excepto para algunos fanas de cuelgan sus temas enYou Tube. Con Miguel Angel Erausquin, un íntimo amigo suyo, formó Pastoral, un excelente dúo. Una de esas bandas que marcaron muchas vidas personales. De Michele murió muy joven. No llegó a los 30 años. Pero dejó una magnífica producción. Siempre fue muy conciente de la fugacidad de la vida, de la que tuvo concepción muy profunda . Merece un capítulo en la zaga de Teología Rockera que consignamos en este blog, pero antes vale la pena mostrar algunos temas que escapan a la cuestión religiosa aunque permiten calibrar su intelecto. Arriba, un alegato contra la guerra o contra todo tipo de competencia feroz entre personas. Abajo, un tema del único disco de Merlin, que conformó con el ex bajista de Crucis Gustavo Montesano y otros, que habla sobre una trepadora. Finalmente, la canción del Lustrabotas de avenida. Tres letras, tres canciones, fabulosas.+


Al terminar de beber en tu vaso, y lleva a hablar.
Tus palabras pierden el sonido al intentar
Con frases huecas y muy repetidas, darte a entender.
Que claro en mi cabeza se te ve,
Como juguete privado de algún ex-gángster
Que te ha incluido entre sus bienes
Donde todo el tiempo de volar
Sofisticada entre la bruma
Se resume a tu soledad.
Bravo amiga mía, si crees que has llegado!
Tu sangre latina tiene oculto el barrio
Que nunca has dejado y te pesa llevarlo hoy.
Sobre tu escote flameando en Europa ahí están
Las derruidas visiones que flotan en tu interior,
Se despedazan a cada segundo en que mi voz
Ríe de triste ansiando a lo mejor
Verte abandonar pecados y volver sin embriaguez
A un claro espejo de alivio
Donde todo el tiempo de volar
Sofisticada entre la bruma
Allí no se puede reflejar.
Hurra por la nena! me ha escrito, está viva!
También a su madre, a sus tantas amigas.
Hurra por la nena, que ha llegado a la cima!
Giro el cuadro roto, la echo de mi vida hoy.

domingo, 9 de marzo de 2008
Babosádicos

Los Babasónicos tienen muchísimas referencias religiosas; desde el nombre mismo de la banda hasta llegar a las cuestiones por las que transitan las letras, piden a gritos un espacio en estas observaciones sobre la teología que contienen las letras del rock. Aunque no está claro si a éstos chicos de Lanús les interesa lo místico o si se quedan con lo mágico de las apariencias.
Babsónicos es un acrónimo que toma su primera parte de Sai Baba y la segunda, de los supersónicos. Uno estimaría que, al igual que aquella mítica visita de los Beatles al gurú oriental, los Babasónicos se movilizaron a la India para conocera este "Avatar", o encarnación de dios. Pero no. Ellos aseguran que haciendo zapping se encontraron con este llamativo personaje, cuyo pelo podría movilizar a la risa de un occidental distraído, y les atrajo tal vez su aspecto o sus referencias a la prescindibilidad religiosa de esta cuasi deidad. Lo más serio, entonces, sería lo sónico, ya que ellos lograron denominar a su generación musical como Rock Sónico. Hasta aquí son puro relativismo posmoderno noventista. D-generación, según su propia nomenclatura.
Yendo a las letras, es indudable que las menciones teológicas abundan; sin embargo, son mayoritariamente contradictorias o indescifrables para la ligera investigación y la cortedad de intelecto de este servidor. Cuesta pensar que no haya una búsqueda personal del sentido de la vida en Dárgelos, que es el autor de la mayoría de sus canciones. Pero no nos engañemos: en una entrevista periodística ofrecida a Clarín el 11 de junio de 2007, es el mismo Dárgelos quien afirma que “estoy pasando por un momento muy oscuro, como siempre antes de hacer un disco. Y siento que no tengo nada para decir. Cuando hablo es para aclarar o confundir respecto de algunas cosas de cada nuevo disco. Porque me gusta mucho el ‘confundismo’. La sospecha y el ‘confundismo’ son fundamentales en Babasónicos”.
–¿Qué es el “confundismo”?
Dárgelos: Es lo que genera la confusión. Nosotros somos los shaolines del “confundismo”, los maestros del delirio. Pero los momentos previos a componer un álbum siempre son oscuros, porque tengo que escucharme mucho a mí mismo, que es lo que más detesto. Y además, odio la expresión.
–¿Cómo es eso? ¿No te expresás en las canciones?
Dárgelos: No, yo no me expreso. Componer canciones no es expresarse, es fabricar un mundo que te contenga. No me gusta el estado en el que la gente muestra su subjetividad y cree que todo se trata de expresarse.

Relativismo posmodernista de los 90
Rascando un poco en el fondo del tarro, podemos ver una serie de elementos que son significativos. Tal vez el más interesante es el carácter maléfico que se le suele asignar a las mujeres. Tura Satana, por ejemplo; la protagonista de "¡Viva Satana!", aparece en escena "montada en una lata de fuego. Deja estorbos de chispas por la carretera. Hace autostop en un rancho. Quema a todos, mata a todos: ¡un zafarrancho! No entiende de súplicas, menos de llantos". Tura, que es malísima, arranca mil hurras cuando hace un show de stripper: "¡Viva Satana, viva Satana!". "Hecha humo y furia, qué velocidad. ¡Es un relámpago! Lustra sus botas, refleja su frente en la eternidad del mundo negro. Manos violentas, guantes cubren garras, que pueden hundirte en un mar de cuervos, un tendal de espíritus quedaron atrás". Su acompasamiento musical es frenético y espectacular.
A "El Medium" la describe como "Voluptuosa pitonisa acercándose... No pertenecés a esta moral. Sos del más allá, de ningún lugar". Curioso aplicación del artículo "el" a lo que en rigor sería "una" medium.
De "Sheena Baby" dice que "su figura ofidia brilla con los truenos; baila en discoteca, repta en los pantanos... conoce la forma de chuparte el alma. Acecha a su presa, que vilmente engaña, te invita a su casa y te envenena, y a tu cuerpo frío rápido lo incendia. A veces yo no sé su plan macabro... ¡Que guacha! la mujer serpiente hoy se acuesta en tu cama... ¡que guacha! inmortal su alma en un rito umbanda. Hija de Satán y la Pacha Mama".
En el mejor de los casos, la descripción del dios del que es víctima "El Loco", "frágil, temperamental, díscolo y muy singular", que tomó su apariencia para ir a bailar a la disco del lugar, es muy terrenal y hedonista. El le responde: "lo regalado es mío, y se acabó; ¡no lo devuelvo!"
Aquí surge también otro elemento destacable es el enaltecimiento de la atracción y la futilidad de las relaciones interpersonales; no tienen otro dueño que el llamado de la sensualidad.
En "4 am", una voz le pice a la chica, que se despierta a la noche en su cuarto de "adolescente decó": "esa no es tu casa, ese ya no es tu lugar; huye conmigo y abandona a los demás". En "Los Calientes" cuenta que "Ella va a salir esta noche, dejando atrás su vanidad,; quiere gustar y ser gustada, sentirse deseada, bailar y bailar. Comanse a besos esta noche, total nadie lo va a notar. El va a salir esta noche, dejando atrás su vanidad, quiere un compromiso muy corto, se siente seguro de provocar". De alguna forma, lo mismo. Finalmente, Dárgelos pregunta: "¿y qué? estoy mirando a tu novia y qué; no tengo nada que decirte, ella me gusta y yo a ella también. ¡oh, sí!... ¿y qué?, ¿y qué?". No hay vínculos.
Sacerdotes del relativismo, hacen de las sexualidad su liturgia y de las orgías una celebración.+


miércoles, 18 de julio de 2007
Flores de León

Fuí injusto con León. En Teología Rockera lo fustigué por su ligereza; lo califiqué de "new age". No sin motivo. Pero esta canción es una maravilla. Como el "Dar es dar" de Fito Paez. Tiene mucho contenido. Es una canción de culto. Musicalmente... y como poema.
"Todos los días un poco" tiene mucho que ver con este sitio. El estribillo es la clave. El clamor amoroso de León, apelando a figuras poéticas tan lindas, es una oda.

Todos los días un poco
(León Gieco)
Si una estrella más cayó,
este cielo llora.
Si nadie reclama luna y luz,
este mar ya se secó.
Si un beso es uno más,
esta boca espera.
Si una campana no suena,
el silencio se durmió.
Llaman y llaman
las flores al sol;
juegan, sin saberlo,
todos los días al amor.
Si no me llamás
como hace la flor,
te iré olvidando
todos los días un poco.
Si otro árbol desnudó,
el verano muere.
Si nadie le exige al viento,
esta nube aquí paró.
Si un año más pasó,
la vida es más corta.
Si no sacudes al tiempo
ni un intento queda en vos.
Llaman y llaman
las flores al sol;
juegan y juegan
todos los días al amor.
Si no me llamas
como hace la flor,
me iré muriendo
todos los días un poco.

domingo, 10 de junio de 2007
Teología rockera


Las letras del rock nacional tienen muchas veces algún contenido religioso.
Es notable observar cómo ha variado su concepto a lo largo de los años. Pareciera ser que, en su primera etapa, promediando los años setenta, había un concepto muy cristiano; en los ochenta derivó en una deificación de la naturaleza, muy new age, y en los noventa, en algo muy relativista y hasta panteísta.
Veamos algunos ejemplos. De la primera etapa: Vox Dei, con La Biblia; Porchetto, con su ópera Cristo Rock, principalmente.
Las excepciones: Charly García, que critica muy duramente a Dios. Dice de él que “es empleado en un mostrador: da para recibir” y, en otro momento, hace un recorrido etáreo hasta que llega un momento en que se pregunta “quién me lo robó”. Luis Alberto Spinetta, que hace que el Capitán Beto se pregunte "dónde está ese lugar al que todos llaman cielo".
Por su parte, Miguel Cantilo tiene muchas referencias a lo espiritual, con menciones explícitas a Dios y referencias terminológicas y conceptuales de carácter religioso, como el peregrinar.
En un segundo momento, hay un viraje hacia una idea inmanentista de que Dios está en la naturaleza, y aparecen los ángeles; las letras mencionan poéticamente a Dios, como si se tratara de algo mágico, y no de una persona viva y presente en nuestras vidas como sí lo hacían en los 70. Las referencias religiosas fueron más poéticas. Siempre hay excepciones: Alejandro De Michelle, con Pastoral, continuó en un rumbo signado por la Buena Nueva.
En la actualidad, el ejemplo más destacado de panteísmo es la canción “Master of the Universe”, de Los Tipitos. Allí Sergio Makaroff, su compositor, dice que Dios es todo y es la nada, que es “el más piadoso y el más perverso/ porque soy El Amo Del Universo/ puedo hacer el bien y hacer el mal/ puedo convertirte en estatua de sal/ soy moro, cristiano, judío converso/ ateo, budista, El Rey Del Universo”.

León Gieco

Veamos, artista por artista, si esto que decíamos antes se plasma en la realidad.
Si uno transita por la discografía de Gieco, descubre que nunca tuvo un riguroso concepto religioso en sus canciones, por más que abunde en términos ligados a la vida religiosa. Parece sumido en un pensamiento cultural, sobre el que no hace una reflexión crítica fuera de algunas ironías.
Este artista empieza con muchas referencias a la naturaleza, al punto de situar al Paraíso en “El País de la Libertad”, allí “donde se detiene el viento/ donde haya paz o no exista el tiempo/ donde el sol seca las lágrimas / de las nubes en las mañanas”.
En otra canción agrega: “cuando me muera quiero/ alguna amplia sonrisa/ y un esparcir sutil de mis cenizas/ libres por fin al viento”. Tiene ideas de reencarnación: “cuando me muera quiero/ poder nacer en alguien/ en un pastizal o bajo algún cerezo/ decídase el eterno caminante”.
Luego, se da en él un fuerte tinte social y de lucha entre clases. Es muy claro en “La Navidad de Luis”. Tiene el tono de protesta del folklore que le fue contemporáneo.
Su más renombrado tema, “Sólo le pido a Dios”, está lejísimos de ser el Sermón de la Montaña.
En los últimos años, sus letras se poblaron de desafíos a la institución eclesiástica, muy presentes en “Santa Tejerina” y en “Cinco Siglos Igual”.

Charly García

Este burgués de clase media empieza reconociendo su educación católica y su posterior rebeldía. Esto es patente en las letras de Sui Generis.
Charly tiene una intensa búsqueda espiritual a lo largo de toda su discografía, con claras expresiones al respecto. Tal vez la más explícita es “Buscando un símbolo de paz”.
En El fantasma de Canterville todavía tiene un concepto de eternidad, porque si no para qué diría que “en mi tumba tengo discos/ y cosas que no me hacen mal/ después de muerto nena/ tu me vendrás a visitar”.
Pero suele banalizar lo sagrado y ridiculizarlo, como en “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)”, en “Pubis Angelical” o en la reivindicación de Judas que hace en “30 Denarios”, muy a tono con Jesucristo Superstar.
En Charly hay referencias al new age, pero menos que en otros autores. De la misma forma, hay menos términos inocentes. Sus letras, por más que sean sacrílegas, parecen meditadas y medidas.+

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