domingo, 17 de septiembre de 2017

Juanse estudia teología


Juanse experimentó una tremenda conversión a la Fe católica y este blog, a pesar de tener una sección dedicada a la teología rockera, se enteró mucho tiempo después. No salgo de mi asombro.
El año pasado en el programa de Mirta Legrand Juanse narró, con la naturalidad que produce la distancia temporal, el revelador episodio de su conversión a la Fe católica.
El líder de los Ratones Paranoicos pasó sin escalas de ser un inconfundible ícono del libertinaje de los 80's, a ser un profeta del amor de Dios en el siglo XXI.
"Ahora pongo a Dios sobre todas las cosas", afirma desde la tapa de La Nación Revista, en la que compara lo que le pasó a él con lo que le sucedió a San Pablo. "Te pasa", explica, "voy en camino. Soy católico. El cristianismo es algo que se busca".
- Pero vivimos en un mundo que celebra constantemente otra cosa.
Mejor, mejor. No hay que buscar recompensa acá. No importa lo que hacen los demás. Vos fijate este dato, es un dato antropológico. La gente está en cualquiera, ¿no? Ahora, cuando la gente está en el sanatorio, el respaldo de la cama se te llena de estampitas. ¿Sí o no? Bueno... Vos no le vas a pedir a Perfumo que te salve a tu mamá. A mí me pasó a los 48 años.+

jueves, 14 de septiembre de 2017

Lucas y esa gente rara


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".
Lucas 6, 27-38

Esto que propone Lucas es raro. No es lo que normalmente estamos acostumbrados a ver ni a experimentar. Sin embargo vivimos en un tiempo histórico, en una época, en la que leemos este texto con normalidad, sin que nos interpele en lo más mínimo, pero reaccionamos duramente contra quienes viven radicalmente esta Fe.
Estamos mentalmente preparados para que un joven decida irse dos años con su reciente novia por Oceanía y el sudeste asiático, tan lejano a nuestras costumbres y sin plena comunicación a causa de falta de conexión o por el hecho de vivir en horarios invertidos, o que un joven entregue su vida a trabajar muchísimas horas en una multinacional en algún lugar del mundo, al punto de tener pocas noticias suyas, pero nos cuesta más aceptar que un chico ingrese en el seminario o, mucho menos, que ingrese en un convento.
La fe católica es radical, vomita a los tibios. Cuando los chicos abrazan esa Fe, los colma de felicidad y les marca la vida.
Claramente, alguien que abraza a Jesús no está domesticado y tal vez cuestione la normalidad de la vida que ofrece el mundo.
¿Estamos preparados para que un hijo nuestro sea católico?

11."Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. 12. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes. 13. Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal deja de ser sal, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente." Evangelio según San Mateo, 5, 11-13

viernes, 8 de septiembre de 2017

88 años

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Emilio C. M. "Negro" Maurette
8 de septiembre de 1929
9 de junio de 2012

Estoy ante Vos para que me ayudes a comenzar mi día.
Dejá que tus ojos me miren un momento.
Quiero empezar mi trabajo con la ayuda de tu amistad.
Llená con tu luz todos mis pensamientos.
Dame tu fuerza para los que me necesitan.
Te ofrezco todos mis aciertos y mis desaciertos.
Señor
Hoy tal vez esté muy ocupado y me olvide de Vos.
Pero Vos no te olvides de mí.
Espíritu Santo dame tu luz y tu paz
Ahora y en la hora de mi muerte.
Amén


¡Oh, María, Madre mía!
¡Oh, consuelo del mortal!
Ampararme y guíame
A la Patria Celestial.