miércoles, 15 de enero de 2020

Una veraneo diferente



Unos 150 jóvenes de todo el país actuaron sobre 200 metros de escenario natural el 4 y 5 de enero 2020, en Santa María de la Armonía, cerca de Mar del Plata.
En los últimos diciembre entrevistamos a Galo Rigou, encargado de la difusión de este espectáculo llamado Navidad Junto al Lago.

¿En qué consiste Navidad Junto al Lago?

Navidad Junto al Lago es un espectáculo con más de 30 años de trayectoria, en el que un grupo de 160 jóvenes nos encontramos en Santa María de la Armonía para prepararlo. En diez días de trabajo preparamos material y espiritualmente dos funciones donde se conjugan la luz, el sonido y la imagen, obteniendo como resultado un espectáculo que conmueve a grandes y chicos.

¿Qué buscan con la obra?

Fieles al pensamiento del Siervo de Dios Luis Etcheverry Boneo, Navidad junto al Lago pretende evangelizar a través de la belleza. Creemos que todas las personas se conmueven ante realidades bellas haciéndose como un canal donde el mensaje se transmite directamente al corazón.

¿Es un proyecto artístico, religioso o comercial?

Para nosotros, en la Navidad Junto al Lago, el trabajo y la oración de los diez días en los que convivimos, se transforman en arte. No sería posible encasillarnos en una de estas “categorías”, sino que se exceden y se comparten.

¿Cómo surgió la idea?

Como Mar del Plata, durante el verano, es la capital del entretenimiento, nuestros jóvenes corazones comprometidos con la causa de Jesús y su Iglesia quieren acercarle a aquellos que vacacionan en “La Feliz” un espectáculo diferente, para toda la familia. Sobre todo, habiendo tantas alternativas, pero pocas que acerquen al misterio de Jesús que acaba de nacer.

¿Cómo es que participan jóvenes de lugares tan disímiles? ¿Ustedes los convocaron o participaban de una misma organización?

El llamado original, hace 32 años, parte de un puñado de universitarios marplatenses. Con el tiempo, las Servidoras fueron convocando nuevos jóvenes de otros lugares del país donde su carisma está presente. Además, el fuego que enciende en nosotros Navidad junto al Lago, hace que queramos compartirlo con otros, incluso llegando a lugares donde no son conocidas, invitando boca a boca.+

sábado, 11 de enero de 2020

El fenómeno de la música católica


A fines de 2019 el sociólogo Fortunato Mallimaci, marcó la importancia de la música cristiana entre las razones por las cuales las iglesias evangélicas retienen adeptos, en el marco de las conclusiones del Censo sobre creencias que realiza el Conicet.
Es evidente que hemos olvidado la importancia que tuvo la música en la historia de la Iglesia.
"Alaben al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa", canta el salmo 146,1, según se lee en el folleto que difundió el Ciclo de Música Sacra 2018 organizado por la Diócesis de San Isidro, en el que se podía leer la pluma del asesor Mons. Fernando Cavaller.
La liturgia es ceremonial puro y procura elevar a Dios una oración de alabanza, de adoración, de gozo, de petición o de agradecimiento, de la manera más bella. El hombre necesita expresarse y, como cualquier enamorado, busca los recursos más llamativos para atraer la mirada del objeto de su amor.
Originalmente los católicos adoptaron los salmos de sus hermanos mayores en la Fe. Luego aparecieron los cantos bizantino (en griego), en Oriente, y en Occidente, los gregorianos (en latín), principalmente en esas usinas de Fe y cultura como fueron los monasterios. Más tarde fue el momento de la música barroca, que dio a luz al Gloria, de Antonio Vivaldi; al Magnificat, de J. S. Bach, y al Aleluya, de G. F. Haendel, entre otras tantas gemas. En América, de la mano de los ibéricos surgieron las sonatas y los villancicos, y hubo una inculturación con el folklore local. La Reforma Protestante dio fuerza al antiguo formato de los himnos que, al tocar tierra norteamericana, se convertirían en gospels y, más tarde, en negro sprirituals.
Hacia fines de 1960 y principio de los 70, probablemente como una de tantas consecuencias del Concilio Vaticano II, la música cristiana tuvo un nuevo auge.
En la Argentina hemos visto algo muy interesante tanto en el género folklórico (la Misa Criolla es tal vez la más clara evidencia), que pareció reemplazar a la música sacra en la liturgia local, como en la canción popular. Un cura de familia tradicional, que luego adhirió al tercermundismo para finalmente abandonar los hábitos, Alejandro Mayol (31.08.1932 - 03.02.2011) tuvo un protagonismo inicial al publicar un disco dirigido a los niños, al que un ex seminarista, Piero de Benenedictis, le daría una mayor trascendencia: la Sinfonía Inconclusa de La Mar, que incluía el hit La Creación. Algunos laicos, como Raúl Porchetto o Miguel Cantilo, daban su pelea en la propia Iglesia con sus Opera Cristo Rock y Padre Francisco. El rock nacional tuvo una gran inspiración religiosa en sus comienzos. No olvidemos aquel disco legendario de Vox Dei, La Biblia, ni desatendamos el nombre de la banda que tampoco era una cosa excepcionalmente rara (no olvidemos a Pastoral y a Pedro y Pablo, por mencionar sólo a un par).
Pero en la actualidad, hay nuevas expresiones que surgen a la sombra del fenómeno de la música cristiana que explotó en los 90 con ritmo latino. En el top ten de la música católica se encuentran el costarricense Martín Valverde, la chilena hermana Glenda y los Alfareros, unos mexicanos que ganaron el Latin Grammy; y en la Argentina, tal vez en primera posición, se encuentra Athenas, acompañada por su marido Tobías Buteler en teclados. Algunos están más vinculados a las raices, como suele decir el Papa Francisco, o con la tierra, como se ve en el clip de Maxi Larghi o en el de Pablo Martínez, dos grandes estrellas de música al juzgar por su nivel de aprobación en YouTube. Un canal, llamado Canto Católico, por ejemplo, tiene 108.000 suscriptores.
Estas nuevas expresiones viven de la publicidad que les pagan YouTube o Spotify, o de los productos relacionados con su fama, ya que tienen miles de seguidores. Son fenómenos imperceptibles desde un punto de vista tracional, pero que constituyen herramientas muy valiosas para una nueva evangelización.+