viernes, 8 de agosto de 2014

Por la libertad religiosa en Medio Oriente


La Comisión Nacional de Justicia y Paz dio a conocer el 4 de agosto de 2014 el siguiente comunicado sobre la violencia y la violación de la libertad religiosa:
En las últimas semanas asistimos con horror a un incremento de la violencia en el mundo para enfrentar diferencias políticas o nacionales, con una triste secuela de destrucción y muerte, especialmente de civiles inocentes. Nos conmueve especialmente la situación en la Tierra Santa, donde nació, vivió, murió y resucitó el Señor Jesús.
Un territorio que es sagrado para las tres grandes religiones monoteístas (judíos, cristianos y musulmanes), que soporta un conflicto ya muy largo, en lugar de caminar hacia la paz está cada vez más ensangrentado. A la inadmisible persistencia terrorista del grupo islámico Hamas, el Estado de Israel ha respondido con una desproporcionada violencia que ya produjo cientos de muertos civiles, incluyendo mujeres y niños indefensos, y daños físicos y sufrimientos espirituales tan extensos que serán muy difíciles de reparar. La muerte y la destrucción no podrán nunca garantizar paz y seguridad: sólo un crecimiento del odio, del resentimiento, y más violencia en perjuicio de todos. La comunidad internacional no puede permanecer indiferente a estos verdaderos crímenes. Las distintas comunidades religiosas deberían urgir el surgimiento de liderazgos racionales que se comprometan efectivamente con la paz, comenzando por el reconocimiento de los derechos del otro a existir y vivir con dignidad.
En ese contexto de conflictos extendidos y persistentes, queremos hoy llamar la atención sobre un aspecto de especial preocupación: la también creciente e inadmisible violación del derecho a la libertad religiosa de personas y comunidades.
La libertad religiosa es el derecho de toda persona a tener, no tener, cambiar y practicar sin coacción ni interferencias externas su propia religión, individual y colectivamente, en público y en privado. Incluye el derecho a no ser obligado a actuar en contra de la propia conciencia, y también una larga serie de derechos tanto de las personas como de los grupos religiosos, a la práctica religiosa, el culto, la enseñanza, la difusión de la propia religión, etcétera. Es la primera y más importante de las libertades porque, como ha dicho Juan Pablo II, donde ella falta, faltan todas las demás. Ha sido proclamada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y garantizada por las convenciones internacionales de derechos humanos, tanto universales como regionales, obligando a los estados a asegurarla a todas las personas.
En la Argentina, una tierra bendecida por Dios en la que vivimos una extendida y amplia libertad religiosa, muchas personas no advierten la gravedad de lo que ocurre hoy en el mundo en esta materia. Más de dos tercios de la población mundial sufre hoy restricciones severas a la libertad religiosa. Hay regiones enteras donde personas, familias y comunidades pierden todo, incluso la vida, solamente por querer ser fieles a su fe. A veces son estados totalitarios ─como Corea del Norte─ que oprimen y persiguen a toda religión e impiden todas sus manifestaciones. Otras veces, son estados gobernados por fundamentalismos religiosos que persiguen y castigan a quienes no practican la religión oficial, como ocurre lamentablemente en algunos países islámicos. Finalmente, hay lugares donde no son las leyes o los estados quienes violan más gravemente la libertad religiosa, pero sí hay una fuerte intolerancia de grupos mayoritarios que impiden la vida de los minoritarios.
En estos días, algunas de estas manifestaciones producen especial horror y reclaman una fuerte condena. Pensamos en lo que ocurre en el llamado “califato” instalado en zonas de Siria e Irak, donde los cristianos presentes en esas tierras desde hace dos mil años están siendo asesinados u obligados a dejar sus casas y ciudades sin poder llevar consigo más que la ropa que llevan puesta, además de la destrucción de templos y lugares de culto. O lo que ocurre en Nigeria o en Sudán, donde es corriente el secuestro –especialmente de mujeres y niñas─ y la conversión forzada al Islam, bajo pena de muerte. Sabemos que estas tremendas violaciones a los derechos humanos no son exclusivas no propias del mundo musulmán, y que también muchos musulmanes las sufren a manos de quienes pertenecen a otras facciones dentro de la misma religión. Desearíamos, sí, una reacción más fuerte y contundente de los musulmanes que no comparten estos extremismos intolerables.
Actualmente son los cristianos quienes sufren las mayores persecuciones. Como ha dicho el Papa Francisco, hay muchos más mártires hoy que en los primeros siglos. Ese martirio no distingue entre católicos, ortodoxos o evangélicos, hermanados en un “ecumenismo de la sangre”.
La Comisión Nacional Justicia y Paz desea llamar la atención de los argentinos sobre esta terrible situación. Invitamos a todos (católicos y no católicos) a orar intensamente pidiendo al Señor de la historia perdón por tanto sufrimiento y sangre derramada, y que mueva los corazones de quienes causan tanto dolor y ofenden tan gravemente al Creador a cesar en ese camino. Pedimos también a las autoridades nacionales una acción comprometida y valiente en el ámbito internacional, para exigir el fin de las violaciones a la libertad religiosa de personas y comunidades y el justo castigo a sus autores.

Fuente: TiempodeEvangelizar.Org

El diálogo de la Iglesia con los no creyentes

El Atrio, por el diálogo en la Argentina
Por Gonzalo Verdomar Weiss
Presidente Del Consejo Consultivo Del Atrio De Los Gentiles En Argentina
Clarin.com

Del 26 al 29 de noviembre se realizará en el país el Atrio de los gentiles, un encuentro de diálogo cultural abierto a toda la sociedad y que incluirá importantes actividades del mundo intelectual, artístico y social. El Atrio de los gentiles reconoce diversos antecedentes dentro de la Iglesia Católica, pero como programa en sí fue creado por el Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano en 2010 y hasta el momento realizó actividades en casi 50 ciudades. La primera fue en 2011 en París, y en América la primera fue en la Ciudad de México en 2012.

La propuesta del Atrio es salir al encuentro del otro aceptando la diversidad de pensamientos y creencias, y desde allí buscar contribuir a un mejor entendimiento entre las personas siempre elevando el pensamiento hacia lo mejor.

Es también definido como “un puente” entre quienes piensan distinto, pero que siempre buscan el bien y la verdad en la vida. Por eso el ámbito del Atrio evita caer en discusiones tales en las que los actores buscan ver quién gana y quién pierde.

La idea es que todos ganemos algo a través del diálogo.

El nombre de este programa es tomado de la escena del Templo de Jerusalén, posterior al año 20 AC, ya ampliado por el rey Herodes y que se sostuvo en pie hasta el 70 DC, en donde se disponía de un importante patio con atrio al que podían acceder los no judíos y con quienes ellos debatían sobre la existencia de un único Dios y sobre la vida misma.

El Atrio llega a la Argentina por la intercesión del profesor Stefano Zamagni, por la confianza del presidente del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano, cardenal Gianfranco Ravasi y por el empeño de un conjunto de personas que nos animamos a embarcarnos en este proyecto. El cardenal Ravasi le encomendó al Foro Ecuménico Social la realización del Atrio en Argentina. Luego, el Papa Francisco nos alentó a llevar adelante esta actividad.

Los ejes culturales sobre los que se está desarrollando la programación son “Borges y la trascendencia” y la “Responsabilidad Social y Ciudadana”. Serán Buenos Aires y Córdoba las dos ciudades que albergarán diversas actividades en sitios emblemáticos. Es ya una valiosa experiencia de encuentro y diálogo todo el proceso que estamos transitando para esta realización. Entre quienes están colaborando se encuentra un Consejo Consultivo Honorario con 43 personalidades de nuestro país que están contribuyendo con tiempo, ideas y debate.

“Todo fluye”, como alude Borges en “Son los ríos” (en Los Conjurados).

En todas esta actividades vemos mucho más la realidad dinámica de Heráclito que la quietud de Parménides, dos griegos que con tesón y buena voluntad buscaban explicar la realidad. En noviembre y durante todo este año trataremos de aportar para que, como remata el poema, “algo quede”.

sábado, 2 de agosto de 2014

No e' lo que parecía

Esperaba otra cosa de Noe, la película.
Dice Wikipedia que Noé (Noah en inglés) es el título de una película estadounidense basada en el Antiguo Testamento. Está dirigida por el cineasta Darren Aronofsky, escrita por Aronofsky y Ari Handel y está basada libremente en la historia bíblica del Arca de Noé del libro del Génesis.[2]  Protagonizada por un reparto coral en la cual participan Russell CroweAnthony HopkinsJennifer ConnellyDouglas BoothLogan Lerman, Emma Watson y Ray Winstone. Fue estrenada el 28 de marzo de 2014.[3]"
Me había enterado de su existencia cuando La Prensa publicó una nota en la que contaba que sus realizadores pedían al Papa Francisco que la viera, y que la Iglesia no había atendido su pedido. Me llamó la atención de Francisco... ¡hasta que la ví!
Decir que es una versión libre, como refiere wikipedia, es demasiado leve. Es fantasiosa y rigurosamente arbitraria, teniendo en cuenta que la utilización del personaje bíblico es de por sí algo sensible a la hora de, por ejemplo, atribuirle ser vegetariano.
En su favor se puede decir que está muy bien prodicida y que es llevadera. Pero hay que hacer de cuenta de que estamos viendo El Señor de los Anillos, o alguna del estilo.+