lunes, 19 de marzo de 2018

Hacia la periferia

Foto: Vatican Insider
El Papa Francisco recibió hoy a los 300 jovenes delegados del presínodo de la juventud, en el auditorio del Colegio Matter Ecclesiae, y los invitó a hablar con coraje, "con la cara dura", informó The Vatican Insider.
Dijo que las comunidades eclesiásticas envejecen por el miedo a no salir a las periferias, "allí donde se juega el futuro", y lamentó la falta de trabajo que hace que los jovenes se suiciden o se inscriban en el ISIS.
Las discusiones presinodales se extenderán hasta el 24 de marzo e incluirán debates on line con 14.100 inscriptos. Serán preparatorias del Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se celebrará del 3 al 28 de octubre de 2018, en la Santa Sede.
Los meses venideros también serán muy intensos para la juventud católica en la Argentina, ya que del 25 al 27 de mayo se realizará en Rosario el II Encuentro Nacional de Juventud, que calcula una participación entre 12 y 15.000; y latinoamericana, puesto que la próxima edición de la Jornada Mundial de la Juventud será en Panamá, entre el 22 y el 27 de enero de 2019.+

Los curas villeros por la Vida





Esta es la declaración de los curas villeros respecto del debate en torno de la despenalización del aborto. Particularmente, en lo referido a la presunta protección que implica para las madres más pobres:

1. El Poder Ejecutivo ha propuesto el debate acerca de la despenalización del aborto. Este tema no estaba en su plataforma electoral. El Ejecutivo anterior no solo no propició este debate, sino que incluyó a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal por Hijo. Eso es un gesto concreto de una política pública a favor de la vida.

2. Nuestras opciones son por “la vida como viene”, sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas. Por eso hemos hablado a favor de los inmigrantes, de la lucha por la justicia, de que nadie a raíz de la desnutrición tenga su futuro hipotecado, que nadie muera por enfermedades que podrían curarse, como por ejemplo la tuberculosis. Por eso estamos en contra del gatillo fácil. Por eso hemos apoyado las manifestaciones de “Ni una menos” contra los femicidios. Y a esta opción la confirmamos con acciones comunitarias concretas, que realizamos en nuestros barrios para que se viva bien, se viva con dignidad.

3. Como curas y religiosas desde las villas y barrios populares, nuestra experiencia de vecinos, fruto de una consagración, es la de haber aprendido de los villeros a amar y cuidar la vida. La cultura popular de estos barrios nos ha mostrado una manera real de optar por la vida. Muchas veces donde el Estado no llega, donde la sociedad mira para otro lado, la mujer sola o atravesada por la marginalidad encuentra en las redes de amor que se generan en nuestros barrios su ayuda y su esperanza, para ella y sus hijos.

4. En esta línea hay muchos ejemplos de mujeres que saben cuidar a los niños como si fueran sus propios hijos. Creemos que debería ser más sencillo el camino para adoptar un niño. Somos testigos de que muchos matrimonios de la villa fueron marginados de la posibilidad de adopción porque no tenían, por ejemplo, título de su vivienda.

5. Algunos planteos de otros sectores sociales —creemos que este es uno de ellos— toman a los pobres como justificativo para sus argumentos. Se habla de la tasa de mortalidad por aborto de las mujeres de los barrios más pobres. Lo primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con firme determinación y en esto el Estado tiene las mejores herramientas. Con casi un 30% de pobres —detrás de los cuales hay rostros e historias— hay discusiones que debieran priorizarse.

6. Muchas veces miramos a los países poderosos y “desarrollados” de nuestro mundo. En muchos de ellos está legislado el aborto. Y en muchos casos se descarta así a los niños que van a nacer con Síndrome de Down. ¡Cuánto nos enseñan estos niños a los que tenemos atrofiada la capacidad de amar! La lógica de los poderosos, de los fuertes, que deciden sobre los que menos posibilidades tienen, es la lógica dominante. Y esto también, de alguna manera, se traslada al tema de la niña o niño por nacer.

7. A lo largo de cincuenta años este equipo de sacerdotes de las villas, que se fue ramificando en otros lugares como la provincia de Buenos Aires, ha sido testigo de muchas propuestas de muerte. Han muerto catequistas, religiosos y sacerdotes por la dictadura. Por el tráfico de armas y de drogas continúan las muertes de adolescentes y jóvenes. No necesitamos agregar más muertes. Nuestros barrios necesitan propuestas de vida digna. Y una sociedad que proteja al más débil.

Que la Virgen de Luján, Madre del Pueblo, nos enseñe a cuidar de nuestra Patria, comenzando por los más frágiles.




P. José María Di Paola. Villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.

Mons. Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral en Villas de la Ciudad de Buenos Aires.

P. Juan Isasmendi, P. Eduardo Casabal, P. Ignacio Bagattini. Villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Lorenzo de Vedia, P. Carlos Olivero, P. Gastón Colombres. Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Guillermo Torre, P. José Luis Lozzia, P. Marco Espínola. Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Domingo Rehin: Villa Lanzone. Villa Costa Esperanza. Diócesis de San Martín.

Mons. Jorge García Cuerva. Obispo auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora.

P. Basilicio Britez. Villa Palito. Diócesis de San Justo.

P. Nicolás Angellotti. Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo.

P. Sebastián Sury, P. Damián Reynoso. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Rodrigo Valdez. Villa Playón de Chacarita. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Martín Carroza y P. Sebastián Risso. Villa Cildañez. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Pedro Baya Casal, P. Adrián Bennardis. Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Joaquín Giangreco. Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.

P. Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martin.

Carlos Morena, Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín, Salesianos, Don Bosco. Cecilia Lee, misionera franciscana. Bea GmiItrowicz, misionera franciscana, Villa Itatí.

P. Antonio Mario Ghisaura. Villa Tranquila. Diócesis Avellaneda- Lanús.

P. Alejandro Seijo: Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Andrés Tocalini. Villa los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Dante Delia. Barrio la Loma de Roca. Diócesis de San Isidro.

P. Franco Punturo. Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.+

lunes, 12 de marzo de 2018

Don y tarea


Marta Noche, vocera de la Acción Católica, nos hizo llegar este comunicado parapar Día Internacional de la Mujer

Un debate que reclama un diálogo sereno, responsable y maduro

Al celebrarse el Día Internacional de la Mujer y haberse dado apertura al debate parlamentario sobre la despenalización del aborto y el ingreso de la Ley de Protección a la Mujer Embarazada, queremos proponer con sinceridad nuestras ideas para que en el marco del respeto y en un clima de diálogo sereno, responsable y fecundo, se encuentre el camino adecuado que permita dar respuesta a esta grave problemática de nuestro tiempo.
La vida es un derecho desde la concepción hasta la muerte y merece ser cuidada, protegida, en todas las etapas de su desarrollo, posibilitando ser vivida con dignidad. Por eso, valoramos con igual intensidad la vida de la mujer que engendra como la del niño engendrado y trabajamos con igual empeño por sus derechos.
Sin embargo, no podemos dejar de reconocer las historias de dolor y angustia que muchas mujeres atraviesan ante un embarazo no deseado, sobre todo en quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, pobreza o marginación, o conciben fruto de la violencia sexual, el abuso u otros contextos que hacen sentir que el mismo es inviable. Es aquí entonces, que el Estado ha de proponer cauces superadores que permitan proteger la vida de ambos.
Porque los dos son personas, cada uno con su código genético que los acompañará durante toda su vida, aunque el embrión deba desarrollarlo en el proceso lógico que se atraviesa a lo largo de los nueve meses intrauterinos. La ciencia ha avanzado demasiado al respecto para insistir sobre ello, y tal vez por eso el debate intente desplazarse a una cuestión de semanas donde el misterio maravilloso de la vida crece pero no se hace notar, no se "visibiliza", pero está.
Es allí, entonces, donde la vulnerabilidad y debilidad de un ser humano se encuentra en plenitud. Pequeño, invisible y callado en el vientre de mujer ya "es" -inalienable e inviolable- lo que al nacer se cobijará entre los brazos. Esa vida débil es persona y por eso no podemos eliminar su existencia sin más, instaurando un peligroso principio donde los más débiles y sin voz puedan ser descartados.
Tampoco podemos abandonar a su suerte a la mujer que no decidió o no puede asumir ser madre, por eso reafirmamos, con total convencimiento, que ambos merecen nuestro cuidado, ante lo cual necesitamos el compromiso de todos.
Eduquemos con responsabilidad a las mujeres y varones para vivir una sexualidad madura, integradora, personal. Promovamos el sano criterio de decidir adecuadamente a partir del desarrollo de las capacidades que cada uno tiene, despertando todas las posibilidades de sentido para construir la vida y la resiliencia necesaria, cuando la adversidad toca a nuestras puertas.
Trabajemos para que la pobreza, la falta de trabajo, vivienda, acceso a la salud no sean causas que empujen a encrucijadas dolorosas. ¡Que la droga y la trata no avasallen la vida! Detrás de este dolor que lleva al absurdo hay mercaderes de la muerte que lucran y negocian, también con los niños abortados.
Comprometámonos en la lucha contra la violencia de género para evitar que haya más mujeres afectadas físicas y psicológicamente por la brutalidad que impacta sobre su identidad y bienestar, con la carga de dolor y muerte que esta tragedia conlleva. ¡No nos olvidemos tampoco de sus hijos!
Solicitemos políticas públicas que reconociendo la dignidad de la vida humana desde la concepción, la cuiden, protejan, estimulen su desarrollo y atiendan las situaciones conflictivas. También promovamos políticas que generen igualdad de oportunidades para varones y mujeres.
Pedimos abordar el tema en toda su complejidad, sin facilismos individualistas que arrojen a la mujer y al niño a su propia suerte, omitiendo el acompañamiento de la comunidad que deseamos ser. Cuidemos la vida naciente, cuidemos el don precioso de la maternidad que engendra vida cuidando a las madres y a los padres, formándolos en el ejercicio responsable de crear familias que sean verdaderos hogares para el bien de las personas que construyen juntos su proyecto de vida, para el bien de sus comunidades familiares y sociales y para el bien de la Nación que es la promoción y realización del bien común de todos sus habitantes.
¡La vida es don y es tarea! Que haya voluntad seria de considerar por delante de todo interés y postura, que la Vida vale y vale para todos por igual. ¡Pedimos por la vida de las mujeres!, ¡Pedimos por la vida de los niños!

Buenos Aires, 8 de marzo de 2018.

Consejo Nacional
Acción Católica Argentina

viernes, 2 de marzo de 2018

Desiertos urbanos

Sobre el hombro se alcansa a leer el Evangelio de San Lucas
Tristemente célebres como No Lugares algún sociólogo ha bautizado a aquellos sitios de tránsito; ámbitos en donde la gente se ve pero no se encuentra.
Sin embargo, está mujer de la foto sí que se encuentra a sí misma en el silencio del tren y, a través de su contemplación, se relaciona con el Señor primero y con sus hermanos transeúntes, después.
Para ella, el viaje no es un tránsito. Es una peregrinación.+