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Juan Carlos Pompei al término de su último partido
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El árbitro Juan Carlos Pompei pitó el final del último partido del campeonato, que fue el postrero de su carrera, elevó su mirada al cielo, se persignó, señaló al altísimo, pronunció unas breves palabras y volvio al mundo.
No hay más que observar esa mirada para comprender la profunidad de ese diálogo, para palpar la sensibilidad de esa plegaria.
¿Qué más podemos decir?
¡Gracias, Señor!
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