domingo, 5 de agosto de 2007

Los motivos de este escriba

Escribo para dar forma a un concepto, redondear una idea.
Publico, en última instancia, porque aspiro a un intercambio que permita el proceso de intelección.
La estética procura conducir el proceso; la belleza pretende seducir, invitar a algo. Por otra parte, hay giros que buscan expulsar, despedir, rechazar.
Este blog es para mí una fantasiosa expresión de ese deseo; el espacio para los comentarios serían ermitas vacías, si no fuera por el aporte de Marcos y de Cris.
Pensar sin escribir deja inconcluso el tratamiento intelectual.
Este sitio, producto de la voluntad, irá reflejando la dispersión que reina en mi mente y las inquietudes que dominan a mi espíritu.
El esfuerzo que demanda y la honestidad debida son el ofertorio para la Gloria de Dios.+

4 comentarios:

Mk dijo...

Cuando hablás de que este espacio es para la dispersión de tu mente me asusta. Huelo el tinte bizarro que amanece en las teclas del teclado de Patricios.

La dispersión de tu mente tiene sinónimos facturados, Herno. Tiene antitipos. El antitipo de la dispersión de tu mente puede ser la mirada del general filisteo al capturar el Arca israelita, o puede ser el momento en que Barreda abría el picaporte de su casa la fatídica tarde de su perpetua fama.La dispersión de la mente lleva la gráfica imagen de el herético Mingo abriendo el potrero para soltar los caballos, dejando escapar al nochero. No hay que dispersar la mente. No dispersemos la mente... No jodamos con eso...

Mk dijo...

Alonso escribió: "La llanura de mis manos buscan quebrarse en cerritos coloridos...". Pero Alonso siempre tuvo tendencias fascistas en su poesía. Puedo imaginar sus manos laburantes quemadas bajo la luz calurosa de una lámpara. "¡Confesá! ¿Dónde están las uñas cortadas? ¿Por qué los nudillos emulan cerritos de poca monta?". La psicopatía de Alonso por negar a sus propias manos de la búsqueda de un ritmo diferente a su propia llanura chata e insoluble es angustiante.

Alonso, se sabe, siempre fue de Ferrocarril Oeste. Esa transgresión lo llevó a una marginalidad intelectual forzada por ser diferente a los demás. El quiso homologizarse en un grupo de elite, intrínsecamente desfasado de su sociedad. Sus manos se quiebran. Pronto ya no habrá más deseos de cerritos colorados. Ni de cualquier otro paisaje que no sea la llanura hermética de sus propios ideales.

No dispersemos la mente... No la dispersemos.

Mk dijo...

Herno, como buen discípulo seguí tus pasos y armé mi blog.
http://dosyparamos.blogspot.com/

A tu salud.
Mk

Cristián Dodds (hijo) dijo...

A ver si ahora puedo... Agradezco oficialmente, Hernán, que me mientes en tu glorioso blog. He de confesarte que desde que sé que vos y Marcos son nombres que disipan el anonimato virtual a quien me dirigía hasta ahora, escribo menos impersonalmente, y estoy seguro de que lo que hago tiene mucho más sentido. Sé que hay quien recibe. Hay tras de la pantalla un silencio bondadoso que me saca las palabras, como las cosquillas sacan la risa. Mk ¡celebro tu blog, y ya me voy a conocerlo...
Vuestro émulo sobrino.