"Y todo lo que pidas en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo". Jn 14, 13
miércoles, 23 de febrero de 2011
Vos me entendés
Suave,
rítmica
y penetrante
es esa voz
inconfundible.
Canto
dulce
repica
virginalmente
en mis oídos.
Recita
versos
admonitorios.
Conocidos,
clásicos.
Punza,
hunde.
Las blandas
entrañas,
ceden.
Condunde,
mezcla,
trastoca
inocente y
glamorosamente.
Sirena
maternal
que ensordece
y silencia
mi voz.
En la cocina,
en el comedor,
en la sala,
en el baño,
en el dormitorio.+
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