miércoles, 23 de febrero de 2011

Vos me entendés










Suave,
rítmica
y penetrante
es esa voz
inconfundible.

Canto
dulce
repica
virginalmente
en mis oídos.

Recita
versos
admonitorios.
Conocidos,
clásicos.

Punza,
hunde.
Las blandas
entrañas,
ceden.

Condunde,
mezcla,
trastoca
inocente y
glamorosamente.

Sirena
maternal
que ensordece
y silencia
mi voz.

En la cocina,
en el comedor,
en la sala,
en el baño,
en el dormitorio.+

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