Rebelde
Claro que podemos considerar rebelde esta novicia que ama a Dios, que reza permanentemente y que es un canto a la felicidad.
Una mujer que muy bien aconsejada por la Madre Superiora -que parece guionada por Benedicto XVI- opta por la vida matrimonial; sus hermanas le hacen ver que ella no tiene vocación religiosa... y se casa, ¡por Iglesia y todo!
Una obra de teatro llena de sorpresas para el mundo contemporáneo y que huye de los lugares comunes. Es cierto que hay monjas odiosas, pero hay otras celestiales; la Madre Superiora, entre otras. En un momento aparecen los nazis y, contra todos las muletillas culturales en vigor, ella y su flamante marido... ¡están en contra! Por amor a su tierra y por no querer acomodarse al poder de turno, escapan por la montaña.
Podría seguir mencionando delicias doctrinarias de este musical, pero lo mejor de esta obra es que está muy bien hecha: la escenografía, las actuaciones, la iluminación, el guión, la música. ¡Y el lugar! El Teatro Opera Citi se luce en todos sus rincones. Ahora que se discute el proyecto de la Confitería Richmond Nike, el Opera Citi es un modelo a copiar.
Si esto es rebeldía, nos hacemos novicios.+
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