miércoles, 20 de junio de 2012

Sembrador del Reino



Variedades de trigo en La Ballenera

Una rápida mirada sobre los oficios mencionados en el Evangelio de Marcos nos ayuda a reflexionar sobre el impacto de la Buena Nueva en la vida diaria.
Cuando Jesús sale a buscar a sus discípulos están en sus trabajos (1, 16-20). Los primeros señalados eran pescadores: Simón y Andrés, largando las redes al mar, y Santiago y Juan, arreglándolas en tierra. "Vengan conmigo", los llamó, y fueron. A Leví, en cambio, lo vio sentado en su despacho de impuestos, y le ordenó: "Sígueme", y aquél se levantó y lo siguió.
Como es propio de su época, utiliza a la agricultura y a la pesca para ilustrar sus enseñanzas. Compara al Reino de los Cielos con el sembrador que arroja la semilla en distintos terrenos con mayor o menor resultado (4, 3-9; 13-20; 26-29).
También la gente, para minimizarlo, lo sindica como el hijo del carpintero (6, 3), como si el oficio definiera toda su naturaleza, o la nuestra.
Había reyes, magnates, tribunos y principales, cuando Herodes decide el martirio de Juan, el Bautista (6, 17-29). De los que "son tenidos como jefes de las naciones" dice que "las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre ustedes, pues el que quiera llegar a ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea esclavo de todos" (10, 42-44). Sin embargo, define una autonomía entre las dimensiones celestial y terrenal: "Lo del César devuélvanlo al César, y lo de Dios a Dios" (12, 17). Pero no siempre es crítico con el poder terrenal: así como convocó a Leví, "vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedir el cuerpo de Jesús" (15, 43).
A los vendedores y a los cambistas los echó fuera del Templo (11, 15); a los viñadores les dio el triste rol de  codiciosos ejecutores del hijo del dueño de la viña (12, 1-9); a los constructores, de haber desechado la piedra angular (12, 10). Una de las criadas del Sumo Sacerdote es quien interpela a Pedro (14, 66). A los siervos y al portero de la casa les pide que velen (13, 33-37). Al pastor, en cambio, le da un rol estelar: "Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas" (14, 27).
Los soldados (15, 16; 15, 45), como los hombres armados (14, 43), tienen a veces un rol funcional de las autoridades. Sin embargo, hay veces que son quienes lo denigran (15, 16-20) o quien es cautivados por su amor, como el centurión que creyó (15, 39).
Su relación con las autoridades religiosas, de alcance temporal en esa clase de régimen, excede el análisis de este pequeño informe.+

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