miércoles, 20 de junio de 2012

Tango Azul



A los 53 años, joven aún -como tantos grandes artistas que quedan congelados en su trágico final-, se fue Adrián Otero. Iba por la autopista que une Rosario con la Docta, a la altura de Ballesteros, camino de Capilla del Señor, y no se detuvo nunca.
La magnífica voz de Memphis La Blusera quedó grabada en tantos retratos musicales de la porteñidad.
Esta serie de actores de la escena musical argentina que se van tan tempranamente nos atrapan sin haberles realizado una investigación de sus letras para ser incorporados en la saga de la Teología Rockera que analiza este sitio.
El caso de Memphis es bien interesante porque sus letras son costumbristas, pasatistas y, en todo caso, tradicionalistas. "Somos gente de moral tradicional", definió Otero en una entrevista con Página 12 publicada sobre el cambio de milenio en el suplemento NO y que fuera recogida para su necrología. "Creemos en la familia y todo eso. El rock no nos condiciona para hacernos los locos. No creemos en eso. Respetamos a la gente que enloquece, pero no se sienta con nosotros a tomar café".
Tradicionalista puede ser, pero es muy poco religiosa. Una de las pocas referencias que encontré entre sus más populares temas, sobre los angelitos culones, es una metáfora de la lluvia.
La voz de Otero cantó a los amigos del barrio, a la noche, a las mujeres, al alcohol, a las tradiciones más virilmente reconocidas del porteño, a la argentinidad, pero nada a Dios. Vanalizó y rechazó terminantemente las novedades de la progresía, como en Hoy es Hoy o en La Bifurcada. "Siempre hablamos de mujeres, amores, desamores, el barrio", dijo alguna vez y reflejó La Prensa en su obituario, en el que también confesó sentirse un poco desengañado de su concepto de barrio. "Me acabo de mudar a Juncal y Esmeralda y veo que a la periferia no vuelvo más -expresó a ese diario en una entrevista realizada en 2005-. Ya no tengo más nada que hacer ahí. Observo el barrio a la distancia y me acuerdo de cosas que pasaron, como las traiciones. Aquel fue un mundo que idealicé, en vano, pero idealicé".
Pero su vida supo de la difícil lucha por superar sus adicciones y sus letras honraron el papel basal de una mujer en la vida de un hombre. En ese sentido fue ejemplo para muchos.
Página 12, en su nota necrológica, lo definió "la mejor voz del blues a la argentina", y creo que es un mote acertado. Nació el 31 de julio de 1958 y murió el 12 de junio de 2012.
Una voz auténtica y políticamente incorrecta.+

No hay comentarios: