Un Ganador en la Derrota
Un ganador en la derrota
El altísimo nivel alcanzado por el golfista Ángel "el Pato" Cabrera y su caballerosidad agigantan su actuación en el último Masters
El pasado domingo, Ángel "el Pato" Cabrera volvió a demostrar que su extraordinario talento se potencia de cara a las competencias más encumbradas del mundo del golf. Este deporte, casi como ningún otro, desnuda la personalidad del jugador en los momentos definitorios.
Con 43 años y sin integrar el ranking de los 200 mejores, llegó al Master de Augusta para exhibir un brillante juego capaz de dejar atrás a las máximas estrellas del circuito. Su destacada actuación lo condujo a una infartante definición ante el australiano Adam Scott.
El jugador cordobés tuvo un desempeño superlativo en la definición, cuando los nervios se combinan con la responsabilidad y amenazan con paralizar a cualquier protagonista. Se percibió nítidamente que el jugador argentino crecía frente a la adversidad y que disfrutaba de la competencia, mostrando en todo momento el aplomo de un gran campeón. Cuanto mayor era la exigencia, mejor era su respuesta.
Cabe destacar que, sometido a un escenario de máxima presión, a lo largo del recorrido Cabrera fue capaz de reconocer los grandes tiros y aciertos de su rival, en una actitud poco común y que agiganta sus cualidades golfísticas y pone a las claras aquellas profundamente humanas. Un condimento especial fue que lo hizo en compañía de uno de sus hijos.
El abrazo en el trayecto hacia la entrega de la tarjeta, previo al desempate, también reflejó una faceta con un mensaje contundente: en los momentos difíciles, el apoyo y la compañía de quienes están más cerca es muy relevante para sobreponerse a la adversidad.
Habiendo estado a centímetros de la gloria, el abrazo final con el australiano y su sincero reconocimiento por la victoria de su competidor dejan un excelente ejemplo para todos los amantes del deporte.
Sin dudas Ángel Cabrera, aún cuando no logró revalidar su título de 2009, se fue como un triunfador del Augusta National. En el mismo día en que el gran Roberto de Vicenzo cumplía 90 años, uno de sus más conspicuos discípulos lo homenajeó de la mejor manera.
En cualquier competencia deportiva, como en muchas otras situaciones de la vida, se puede ser un genuino ganador aún atravesando la peor de las derrotas. Basta para ello con imbuirse de la actitud correcta, disfrutando con alegría de lo logrado y dejando de lado cualquier ribete de dramatismo. En verdad, hay mucho que aprender de este humilde campeón.
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