domingo, 29 de diciembre de 2013

Una Iglesia misionera y para los pobres

No hay mejor modo de conocer los planes de Francisco que leer su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
Allí plantea la necesidad de transformar a la Iglesia en el sentido de hacerla misionera y orientada a los más pobres, débiles y necesitados.
Dedica toda la introducción a la necesaria "alegría del Evangelio (que) llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús". Como la luz, clama por ser comunicada.
Manifiesta su preocupación por la cultura hegemónica y la necesidad de inculturar el Evangelio; es decir, iluminar el quehacer cotidiano de las personas con la Palabra. Para facilitar la evangelización interpersonal, ayudarlo con el contexto cultural.
A partir de ahí propone "algunas líneas para alentar y orientar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora", a saber:
A. La reforma de la Iglesia en salida misionera
B. Las tentaciones de los agentes pastorales
C. La Iglesia como totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza
D. La homilía y su preparación
E. La inclusión social de los pobres
F. La Paz y el diálogo social
G. Las motivaciones espirituales para la tarea misionera.
No es conveniente reducir su rico mensaje en una síntesis, por lo que destacaré que no es novedoso para quienes conocen a Jorge Bergoglio desde su arzobispado. Es tan interesante como lo fue siempre. Hace una lectura socio económica con ojos peronistas. Estimula vehementemente a la participación política.
Hay algunas perlitas, como cuando pide que no se lo tome como un opositor por las cosas que dice o cuando critica el concepto del derrame económico. Es claro que tiene en mente a su Patria, pero le habla al mundo.+

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