domingo, 27 de septiembre de 2015

Franciscomanía norteamericana

La exitosa visita papal a los Estados Unidos exige un análisis retrospectivo.
¿Qué es lo que caracterizó este éxito? ¿Qué tiene Jorge Bergoglio que no tuvo Joseph Ratzinger?
Respecto del éxito, podría decirse que Francisco llega a un país en donde los latinos, el habla hispana y el catolicismo ha crecido mucho en la consideración pública. Hoy no es extraño habla en español en las principales ciudades norteamericanas con muchos de sus habitantes ni encontrar católicos en las altas esferas de poder.
Pero, además, el Santo Padre supo hamacarse con definiciones por izquierda y por derecha que lo hacen inclasificable, sin perder el núcleo de la doctrina cristiana. Es un gran transmisor de la verdad evangélica.
Bergoglio es un gran cultor de las formas, un audaz revolucionario de los modos; mientras que Benedicto XVI se aferró a viejos estilos que ya no expresaban mucho, pero al mismo tiempo revolucionaba a la Iglesia y la preparaba para la llegada de un Francisco. Ratzinger, un eximio teólogo, le hablaba a la grey con la mirada puesta en el Señor y pastoreaba al rebaño de la misma manera. Pero no supo salir de los muros del Vaticano.
Sintéticamente, y sin quitar méritos: sin Ratzinger no habría Bergoglio; y sin mayorías latinas no habría habido franciscomanía en el Norte de América.+

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