Pastoral rural misionera en Paraguay
Miles de jóvenes misionarán en zonas rurales durante Semana Santa
Viernes 23 Feb 2018 | 11:48 am
Asunción, Paraguay (AICA).- Un ejército de 1.300 misioneros de 18 a 33 años invadirá desde el martes Santo hasta la Pascua 13 localidades rurales del Paraguay y una prisión juvenil con el objetivo de anunciar la Buena Nueva a unos 20.000 jóvenes y adultos que tienen pocas posibilidades de escucharla, anunció el padre Pedro Kühlcke, asesor eclesiástico de las Misiones Universitarias Católicas (MUC).
“La fe de los jóvenes misioneros es sólida y muchos de ellos terminan manteniendo su compromiso en la Iglesia a lo largo del tiempo”, observó el padre Pedro a la Agencia Fides.
Las Misiones Universitarias Católicas (MUC), cumplieron su 18ª edición, inspiradas en la iniciativa homónima de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y están animadas y promovidas por jóvenes de diferentes carismas y movimientos eclesiales.
Cada localidad –señala Fides- recibe jóvenes misioneros durante tres años consecutivos, para dar solidez al camino de crecimiento de las comunidades. “En muchas de estas comunidades, por muchas razones, como la distancia, el acceso de los caminos de tierra cuando llueve o la escasez de sacerdotes, la misa se celebra una vez al mes o incluso con menos frecuencia”, explican los organizadores.
“Siempre he querido vivir la Semana Santa más profundamente”, confiesa Ximena una joven misionera que en esta Semana Santa estará en Coronel Oviedo Sur, como el año pasado. “Era la primera vez, y sabía que tenía que salir de mi comodidad, para encontrarme, en la oración, con muchas de mis miserias. Pero también sabía que sería un momento de plenitud”, explicó.
También Bruno, otro joven que participará de la MUC, aportaba su experiencia: “En la primera casa que entramos, hecha de tierra y paja” (típica del campo paraguayo), “me di cuenta de que para esa mujer éramos lo que más se parecía a un Cristo vivo que hace un largo tiempo no encontraba” “A menudo, debido al guaraní -lengua materna en la mayor parte del Paraguay pero poco hablada en las grandes ciudades- no entendemos completamente lo que la gente nos dice. Pero lo que cuenta es nuestra actitud de escucha. Cuando lo notan, las personas se sienten amadas y se abren, librándose de la carga que llevan en sus corazones”, relató Bruno.
También Rubén, un chileno residente en Paraguay, confiesa: “He encontrado a Dios en los ojos llenos de vida de los niños, en la acogida amorosa que he recibido desde el primer momento. Rezo por esta misión”.
La alegría, el entusiasmo y el espíritu de familia, pero también la profunda espiritualidad, característica del pueblo paraguayo, mueven a los misioneros, que visitarán a los habitantes de las aldeas casa por casa llevando consigo la Biblia y la imagen de la Virgen más querida por cada comunidad. El 56% de la población de Paraguay tiene menos de 30 años.
Las Misiones Universitarias Católicas (MUC), cumplieron su 18ª edición, inspiradas en la iniciativa homónima de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y están animadas y promovidas por jóvenes de diferentes carismas y movimientos eclesiales.
Cada localidad –señala Fides- recibe jóvenes misioneros durante tres años consecutivos, para dar solidez al camino de crecimiento de las comunidades. “En muchas de estas comunidades, por muchas razones, como la distancia, el acceso de los caminos de tierra cuando llueve o la escasez de sacerdotes, la misa se celebra una vez al mes o incluso con menos frecuencia”, explican los organizadores.
“Siempre he querido vivir la Semana Santa más profundamente”, confiesa Ximena una joven misionera que en esta Semana Santa estará en Coronel Oviedo Sur, como el año pasado. “Era la primera vez, y sabía que tenía que salir de mi comodidad, para encontrarme, en la oración, con muchas de mis miserias. Pero también sabía que sería un momento de plenitud”, explicó.
También Bruno, otro joven que participará de la MUC, aportaba su experiencia: “En la primera casa que entramos, hecha de tierra y paja” (típica del campo paraguayo), “me di cuenta de que para esa mujer éramos lo que más se parecía a un Cristo vivo que hace un largo tiempo no encontraba” “A menudo, debido al guaraní -lengua materna en la mayor parte del Paraguay pero poco hablada en las grandes ciudades- no entendemos completamente lo que la gente nos dice. Pero lo que cuenta es nuestra actitud de escucha. Cuando lo notan, las personas se sienten amadas y se abren, librándose de la carga que llevan en sus corazones”, relató Bruno.
También Rubén, un chileno residente en Paraguay, confiesa: “He encontrado a Dios en los ojos llenos de vida de los niños, en la acogida amorosa que he recibido desde el primer momento. Rezo por esta misión”.
La alegría, el entusiasmo y el espíritu de familia, pero también la profunda espiritualidad, característica del pueblo paraguayo, mueven a los misioneros, que visitarán a los habitantes de las aldeas casa por casa llevando consigo la Biblia y la imagen de la Virgen más querida por cada comunidad. El 56% de la población de Paraguay tiene menos de 30 años.
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